Afrenta. Tras los actos protagonizados el pasado sábado 26 de junio, cuando en una marcha de miembros de LGBT se ondearon banderas panameñas con los colores del arcoiris, la Comisión Nacional de Símbolos Patrios, publicó ayer en la red social Twitter su total rechazo a tales actos.

‘La libertad de elegir, la diversidad de ideas y conocimientos son inherentes al Estado de Derecho. La bandera corporativa de cualquier colectivo puede ser portada en cada país por quienes piden reconocimiento y respeto. De igual modo, la Bandera Nacional requiere respeto', reza el escueto anuncio.

El historiador Rommel Escarreola, miembro de la ya citada comisión, declaró que ‘la sociedad se estremeció porque los integrantes de la susodicha agrupación deformó la Bandera Nacional'.

Escarreola señala que la reglamentación oficial aprobada por la Asamblea Nacional de diputados por mayoría establece que la Ley 34 de 1949 que adopta como símbolo de la nación la Bandera, el Himno y el Escudo y reglamenta su uso, y la reforma de 2012, establece que no puede ser reformada.

La ley no contempla modificaciones, cambios ni alteraciones en el contenido estructural de la Bandera Nacional.

‘En toda la vida republicana la Bandera Nacional ha sido el símbolo sagrado que ha liderizado luchas por la recuperación del Canal y la soberanía, identidad y memoria histórica', dijo el docente.