• sábado 10 de mayo de 2025 - 12:00 AM

El cerebro también descansa

En el contexto laboral actual, la eficiencia y la productividad suelen evaluarse, entre otros factores, por la cantidad de horas trabajadas.

Esta práctica ha fomentado progresivamente una cultura organizacional centrada en el trabajo continuo, donde se exalta al colaborador que permanece más tiempo laborando, por encima de aquel que ejecuta sus tareas con eficacia en menor tiempo.

Sin embargo, es fundamental reconocer que el cerebro humano no está diseñado para funcionar de manera óptima durante periodos prolongados sin descanso. Al igual que el cuerpo, la mente requiere pausas para recuperarse.

Diversas investigaciones en neurociencia cognitiva han evidenciado que la ausencia de descanso provoca fatiga mental, lo que a su vez repercute en la capacidad de concentración, creatividad y en una correcta toma de decisiones. De ahí la importancia de equilibrar las cargas laborales entre los trabajadores. Cuando los empleados se ven obligados a laborar sin pausas, el cerebro entra en un estado de agotamiento cognitivo, lo que reduce significativamente la eficiencia y aumenta la probabilidad de errores.

Es necesario promover un cambio de mentalidad especialmente entre empleadores y lideres organizacionales. Las pausas no deben ser vistas como interrupciones, sino como estrategias necesarias para “reiniciar” las funciones cognitivas.

En el contexto laboral actual, la eficiencia y la productividad suelen evaluarse, entre otros factores, por la cantidad de horas trabajadas.

Esta práctica ha fomentado progresivamente una cultura organizacional centrada en el trabajo continuo, donde se exalta al colaborador que permanece más tiempo laborando, por encima de aquel que ejecuta sus tareas con eficacia en menor tiempo.

Sin embargo, es fundamental reconocer que el cerebro humano no está diseñado para funcionar de manera óptima durante periodos prolongados sin descanso. Al igual que el cuerpo, la mente requiere pausas para recuperarse.

Diversas investigaciones en neurociencia cognitiva han evidenciado que la ausencia de descanso provoca fatiga mental, lo que a su vez repercute en la capacidad de concentración, creatividad y en una correcta toma de decisiones. De ahí la importancia de equilibrar las cargas laborales entre los trabajadores. Cuando los empleados se ven obligados a laborar sin pausas, el cerebro entra en un estado de agotamiento cognitivo, lo que reduce significativamente la eficiencia y aumenta la probabilidad de errores.

Es necesario promover un cambio de mentalidad especialmente entre empleadores y lideres organizacionales. Las pausas no deben ser vistas como interrupciones, sino como estrategias necesarias para “reiniciar” las funciones cognitivas.

Algunas recomendaciones basadas en la información serían las siguientes:

1. Realiza pausas breves de 5 a 10 minutos cada dos horas de trabajo continuo. Estos descansos favorecen la recuperación de funciones cognitivas como la atención, la memoria de trabajo y la toma de decisiones.

2. Aplicar la técnica Pomodoro: trabaja en bloques de 25 minutos con alta concentración y toma pausas de 5 minutos. Después de 4 bloques, toma un descanso más largo de 15-20 minutos.

3. Interacción social breve entre compañeros para liberar tensión emocional.

Psicólogo