- jueves 23 de diciembre de 2021 - 12:00 AM
Qué significa Curundú
Curundu es un pedacito de la geografía gramatical anglosajona en la antigua Zona del Canal. Un conjunto de áreas, unas paupérrimas y otras prósperas, integra el sector de Curundú, nombre en honor al río que atraviesa las inmediaciones y que, unido al río Grande, desemboca en la Bahía.
¿Cuál es el origen de la palabra? Desconocido hasta nuevo aviso. Se pronunciaba antes de la construcción del Canal en español y con acento en la última sílaba: Curundú. Esa ‘ú' dura al final se ha ablandado, y el país, sobre todo después de la salida de las tropas estadounidenses, ha agringado la pronunciación, y cada vez es más frecuente escuchar, hasta en voces autorizadas, ‘Curundu'. Está tan trastocado el acento que la ‘u' final es un susurro, torres mías lejanas.
Curundú y Curundu coexisten, me garantizan observadores puntiagudos: simulan un contemporáneo apartheid. Gold roll y silver roll. Dos hemisferios mentales del cerebro panameño. En Curundú imperan la violencia y la pobreza extrema, y en Curundu, la prosperidad, lo revestido y la filantropía. Viviendas confortables, aeropuerto moderno, centros comerciales y avenidas sin huecos.
Entre más anglicado es el acento y la fuerza sonora se asienta en la primera sílaba, entonces sí estamos en la California anglosajona. Sabrá Dios cómo es en la California hispana.
El fenómeno de anglicar nombres de origen español o españolizados no es exclusivo de Curundú. Un puerto en Darién se denomina Quimba, sin embargo con frecuencia en los diarios se escribe Kim Ball. Y a Farfán, el sector costero occidental del Puente de las Américas, se le nombra engañosamente Far Fan, con dos palabras y se le omite el acento final de ese nombre de origen español.
De esa manía de anglicar aquello que cae a mano es víctima don Tomás Herrán, diplomático colombiano que firmó a comienzos de 1903 con el secretario de Estado estadounidense, John Hay, un tratado mediante el cual Colombia autorizaba a Estados Unidos la construcción y el dominio del canal interoceánico. El Senado colombiano no ratificó ese pacto y activó el detonante de la independencia panameña. O separación para otros. Lo cierto es que, por esa manía o a lo mejor por maledicencia, al colombiano mucha gente (ignorante en el asunto, aunque ilustrada en otros) lo nombra ‘Jerran' (la ‘h' la convierte en ‘j' y omite el acento sobre la ‘a'). Y se dice tratado Yerran-Hay, como si fuesen dos estadounidenses los firmantes. Los Herrán colombianos proceden de un tronco familiar surgido en el valle burgalés de Tobalina, en España. Es prolífico, pues se extendió por distintas regiones españolas y descendientes emigraron a países de Europa y América. Durante el reinado de Alfonso X, se especula, llegaron de Francia unos caballeros con ese apellido, que pudieron haber sido los pioneros de ese tronco. A esos encantadores locales de la pronunciación: si es de origen galo el apellido, entonces pónganle el cantito francés. En la tevé. En una reunión no se había permitido ‘el acceso a entrar…'. Tarjeta roja por pleonasmo. Si hay ‘acceso a entrar' debe ser legítimo el ‘acceso a salir'.
PERIODISTA, ACADÉMICO, PROFESOR