‘Los buenos hábitos marcan la diferencia'
- viernes 11 de marzo de 2022 - 12:00 AM
En las últimas décadas se ha visto un desarrollo puberal más temprano en las niñas y más tarde en los niños. Eventos como la primera menstruación se están dando más temprano y el desarrollo de los genitales masculinos está comenzando más tarde. El consumo excesivo de muchos alimentos procesados y ricos en grasas puede ser la causa de este fenómeno.
La progresión de la pubertad se ve afectada por la nutrición. En esta etapa de la vida, se desencadena un crecimiento acelerado, lo que aumenta las necesidades calóricas, proteicas, de hierro, calcio, zinc y vitamina B9. Los hábitos de la adolescencia son difíciles de revertir. Por ejemplo, el consumo excesivo de productos ultra procesados o comida chatarra en esta etapa, provocará una tendencia al consumo excesivo de estos mismos productos en la adultez, haciendo más difícil que podamos resolver la pandemia de la obesidad en Panamá y el mundo. En 2008, el 25% de los adolescentes panameños tenían sobrepeso u obesidad; hoy el problema debe ser peor.
Naturalmente, el sistema de recompensa del cerebro adolescente es muy activo, pero en adolescentes con obesidad, el sistema de recompensa presenta aún mayor actividad, provocando más placer al consumir comida chatarra, dulces, etc. Además, su corteza prefrontal es menos activa, provocando poco autocontrol, mayor toma de malas decisiones y peores elecciones de alimentos.
Lo interesante es que, si un adolescente obeso vuelve a un peso normal, su sistema de recompensa se estabilizará y la corteza prefrontal aumentará su actividad, mejorando el comportamiento del joven y haciendo más fácil el seguir una dieta saludable o la práctica de actividad física.
Lo que debe quedar muy claro es que una dieta saludable es de suma importancia para todas las etapas de la vida, pero de mucha más importancia en las primeras etapas. La calidad de vida está en la calidad de la comida.
El autor es estudiante de nutrición y dietética.