- martes 22 de abril de 2025 - 12:00 AM
Respeto a la libertad de expresión en universidades de EE.UU
La libertad de expresión es intrínseca al quehacer universitario. Por ello es deplorable que la administración Trump esté persiguiendo ferozmente a estudiantes y docentes que se manifestaron en los centros universitarios de EU a favor de la causa palestina durante el 2024. Para tales propósitos creó el “Grupo de Trabajo Federal para combatir el antisemitismo”, que amenaza con recortes millonarios en subvenciones federales a estos centros de estudios si no cumplen ciertas pautas acusadas de discriminatorias y violatorias de libertades universitarias, como lo es el nombramiento de supervisores federales en las universidades.
El gobierno estadounidense ha procedido a retirar visas sin justificación alguna a estudiantes de origen musulmán. Los estudiantes son calumniados como extremistas antisemitas. Momodou Taal y Mahmoud Khalil, por ejemplo, eran estudiantes de postgrado, que fueron suspendidos en sus universidades, detenidos, con órdenes de deportación o presionados para auto-deportarse por haberse manifestado contra el genocidio israelí en Gaza con la complicidad norteamericana.
A la Universidad de Columbia (UC), Trump la amenazó con recortarle $400 millones, si se negaba cumplir con las medidas intervencionistas del gobierno federal. A la Universidad de Harvard, con congelarle subvenciones por $2,500 millones. A la Universidad de Cornell le congeló US$1.000 millones y $790 millones a la Universidad de Northwestern. A la Universidad de Princeton le anunciaron suspensión de becas de investigación por $210 millones; y a la Universidad Brown dejaron de financiarle US$500 millones. En la Universidad de California, el gobierno estadounidense emprende una cacería de brujas contra su personal docente (casi 900 personas), por haber firmado cartas abiertas de condena del ataque israelí contra Gaza y solicitar protección de estudiantes judíos y palestinos.
La criminalización de la protesta a favor de Palestina ha conllevado interrogatorios y rastreo de las redes sociales de quienes en algún momento formaron parte de los campamentos universitarios del 2024. Asimismo, los estudiantes internacionales que aspiran a becas de estas universidades son investigados en sus cuentas digitales y electrónicas.
Constance Penley, presidenta del Consejo de Asociaciones de Profesores de la UC, ha señalado que lo que se busca es “despojar a la universidad de su autonomía y fracturar la solidaridad académica”.
La libertad de expresión y el pensamiento crítico debe imperar en toda institución universitaria. ¡Solidaridad con las universidades y universitarios estadounidenses!