Péndulo de poder

Donald Trump definió los temas de su agenda de política exterior, entre ellos está el Canal de Panamá. Afirma que el expresidente Jimmy Carter regaló por un dólar una obra militar construida por los Estados Unidos. Nadie niega a los gringos el mérito de terminar la vía interoceánica iniciada por los franceses, pero el tema no es quién lo construyó, sino dónde.

Para los panameños no causa mayor sorpresa las amenazas de Trump, ya que la historia de 100 años de bases militares en el istmo curtió la tensa convivencia del enclave colonial, al punto de normalizar las formas hostiles de la idiosincrasia yankee. Los miles de soldados y civiles norteamericanos que transitaron libremente en el istmo por casi un siglo forjaron el carácter del panameño con respecto a ese tono despectivo.

A Panamá le tocó lidiar a los gringos durante las dos guerras mundiales del siglo XX, la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, además de la Guerra de Corea, la de Vietnam, así como la guerra contra Irak. Está de más decir, que en ese mismo periodo los norteamericanos invadieron 4 veces a Panamá, a pesar de que solo nos separaba una cerca de alambre de ciclón que dividía el istmo en dos.

Estados Unidos percibe a Rusia debilitado por su conflicto militar con Ucrania, al tiempo que ve como China doblega a Europa desde la balanza comercial e industrial.

No es un secreto para nadie que la amenaza bélica es la última frontera que impide el cambio del orden mundial.Para un viejo de 78 años, cuya senilidad representa un peligro para la paz del mundo, cada una de sus acciones simboliza una alerta de lo que le espera al planeta Tierra en los próximos cuatro años.

Aunque siempre se enconda la verdadera motivación, todas las guerras del mundo han sido originadas por los intereses económicos.Panamá tendrá que defender su soberanía escudada detrás de su neutralidad, en medio de una pelea de elefantes.Periodista