El 26 de julio de 1953, un grupo de rebeldes encabezado por Fidel Castro, asaltó el cuartel Moncada, cercano a Santiago de Cuba, para derrocar al Fulgencio Batista: mueren 30 asaltantes. El Moncada era la segunda fortaleza militar del país. Durante el juicio a los atacantes, Fidel Castro se haría conocido en todo el país al autodefenderse poniendo en evidencia las torturas ejecutadas por el gobierno al punto que se lo declaró enfermo para evitar su presencia en el juicio. Presentó su alegato por escrito, documento histórico que se hizo conocido como La Historia me absolverá. Después de esos hechos, la dictadura reaccionó con una brutal represión.