Los rofeos del monarca de los pesados tienen al país revuelto; la estrategia utilizada fue equivocada y ahora no sabe cómo capear el temporal. La afición de todas partes del país está enardecida por sus últimos movimientos impopulares; uno de ellos fue la reforma del Cajetón.
Los maestros del ring y la esquina obrera siguen demostrando que tienen poder en los puños, se les han sumado otras organizaciones, lo que debe tener nervioso al pesado que saltó a la fama con solo el 33 % de apoyo el pasado 5 de mayo.
Sus segundas tampoco ayudan mucho, algunos en el tinglado de las redes, que es el favorito de la afición, en vez de apaciguar las cosas las calientan más con sus comentarios.
La esquina de los de ‘Sin lucha no hay victoria’ ha dejado claro que van para el frente; en el ‘Valle de la Luna’ también se calzaron los guantes y ni mencionar a los pobladores de la tierra de Urracá, que son reconocidos por siempre estar en condiciones físicas para los combates de 12 asaltos.
Lo cierto es que llueven las izquierdas y derechas y la población está insatisfecha porque lo prometido por el campeón está lejos de concretarte, hay miles de trompadachines al borde del nocaut por la crisis del chenchén.