500 años de la fundación de la ciudad de Panamá

La ciudad de Panamá se asienta en las riberas del Pacífico en una población de pescadores y recolectores
  • lunes 05 de agosto de 2019 - 12:00 AM

Por sus raíces ancestrales, el nombre de Panamá pasó de ser aldea de pescadores a formar la primera ciudad fundada en el Pacífico. Centro neurálgico del comercio y formación de vínculo para la colonización de Centroamérica y Sudamérica, más a llá de la celebración y el recuerdo de su establecimiento el 15 de agosto de 1519. Esta gesta de los 500 años de fundación debe cumplir el propósito esencial de buscar las raíces y la esencia tambié n del Panamá prehispánico. Urge pasar del escenario de la exaltación del eurocentrismo y partir de la historia y cosmovisión de los antiguos pobladores. La ciudad que fundó Pedrarias antes de 1519, se asentó un antiguo villorrio de indígenas. Hay que destacar que, antes de la fundación de Panamá en 1519, había servido de un puente biológico. Ese punto central, Panamá fue paso obligado y de contacto entre las civilizaciones Aztecas, Mayas y los Incas.

La ciudad de Panamá se asienta en las riberas del Pacífico en una población de pescadores y recolectores. La visual de su entorno se reconstruye en función de estudios arqueológicos y los escritos de los cronistas. El istmo se incluye en el contexto de investigación desde la llegada de los primeros pobladores, lo cual es antecedido por tres millones de años en el Pleistoceno medio al unirse el norte y sur del continente. Una limitada riqueza material arqueológica de los pobladores de la antigua Panamá de esa región muestra su estadía.

El entorno geográfico antes de la llegada de los españoles sufrió un cambio del paso del nomadismo hacia el sedentarismo, con una peculiar producción material de herramientas y prácticas de cultivo. Hernando Colón escribe lo siguiente: ‘el Almirante siguió navegando hasta que entró en Portobelo, al que puso este nombre por ser muy grande, hermoso y poblado y tiene mucha tierra cultivada'. Luego Colón continuó hacia Nombre de Dios y se admiró de su entorno: ‘todas aquellos contornos e isletas estaban llenos de maizales…' Explícito y claro en lo que luego se transformaría en choque de culturas, cuando Vasco Núñez de Balboa antes y después de su llegada a Santa María La Antigua del Darién en 1513, a las costas del Pacífico.

Nimbada la cabeza del Rey, por la las riquezas de Panamá según la carta de Vasco Núñez de Balboa, y las versiones donde el oro con redes se coge, y las perlas abundan. Así, en testimonio que escribió Cristóbal Colón, reproducido por Martín Fernández de Navarrete, al llegar a Veraguas escribió: ‘y en cuello un espejo de oro de la provincia de Ciamba,…nombrarme muchos lugares en la costa de la mar, decía que había oro y mina; el postrero era Veraguas.' Igual perfil en los testimonios de los cronistas, cautivó al monarca y envío a Pedrarias quien ordenó la decapitación de Balboa en la población de Acla. Y se inicia la misión de fundar la nueva ciudad. Panamá será desde ese momento pieza clave para expediciones y consolidación del poder del monarca español. Ese 15 de agosto, con toda pompa del ceremonial tradicional ante un escribano en nombre de la Reina Juana de Castilla y su hijo el Príncipe Carlos se funda la ciudad de Panamá conocida también como Nuestra Señora de la Asunción.

¿Qué sería Panamá en ese momento? Lo primero el epicentro del poder español, y punto de expediciones. Segundo ciudad construida con todos los cánones del ceremonial y centro de conquista y evangelización. Punta de colonización y ciudad edificada y organizada con las instituciones administrativas y políticas de la península. Lugar de reproducción de la ideología de la corona española.

La declaración histórica y jurídica hecha a través de Pedrarias fue echar mano a las armas e iniciar las expediciones de conquista. La guerra propició la disolución de las sociedades tribales y las más complejas situada en la región de Natá. Tal es el parco resumen que presentamos en el encontramos las andanzas de Gaspar de Espinosa en 1517, por Natá, Azuero y Bayano. Una amplia sabana en las provincias de Herrera, Los Santos y Coclé confirma la presencia del hombre precolombino.

He escrito en otras ocasiones de juicios históricos imparciales lo que en lógica común nos impone la premisa de que Panamá fue en esos años capital administrativa punto de enlace entre Nombre de Dios y Portobelo. Testimonio de sus ocupaciones hasta Veraguas y la resistencia de Urracá detuvo momentáneamente la colonización.

La cuestión de fondo examinada no es la belleza de la torre de la iglesia de 30 metros. O sus edificios que se niegan a morir. El fraseario del entorno civilizador o las animosas fiestas que cubrirán estos 500 años. No es prudente repetir la conservadora creencia de que el hispano lo hizo todo, sino que hay buscar sus raíces precolombinas y la simbiosis de que fue construida por negros, indígenas y el populacho descalzado. Lo primero ha sido estudiado lo último hay que estudiarlo. Hoy el mejor homenaje a los 500 años de la fundación, es la comprensión, estudio y valoración de la diversidad étnica que han aportado a la construcción de la nación panameña.

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