Infidencias y confidencias del 20 de septiembre de 2025

Predecible. Dicen que un allegado al entorno del Jinete Blandoncito impugnó a última hora el calendario de elecciones para la convención ñame ordenada por el Tribunal Electoral. Al paso llegará el 29 y no han renovado los cuadros.

Salario mínimo. Ante la quejadera de los obreros por la instalación de la mesa del salario mínimo, se instalará a mediados de noviembre. Lo dijo la hija del plomero que anda con el látigo en el Mitradel.

Salario mínimo 2. En ese mes y medio los obreros, que antes viajaban seis meses por todas las provincias con todo pago, deben ponerse de acuerdo con los empleadores. Y si no hay consenso, le tiran la pelota a Molino de Viento.

Otra carta. Ahora desde gastroenterología del Cajetón le informan a Dino que la cosa está difícil por allá. No hay camas ni insumos y otro rosario más de faltantes los tienen contra la pared a ellos y a los pacientes.

Pensando en el 29. Dice un jode paciencia que Chacalde no anda con cuentos con sus estrategias con los pelaos de bachiller de las periferias. En cuatro años ellos votan y ese voto pesa. Ya varios le tienen la métrica.

Más se hunde. Mientras pasan los días más embarrado queda el dipu boxeador que se unió con los del Otro Camino con el tema del supuesto pedido al ministro tapa huecos. Ahora sale que el dipu pasaba hasta 7 horas metido en el ministerio. Chúpate esa, decía don Ramón.

Lío de auxilios. Corrió como pólvora la detención del segundo de los tiempos de Nando Becas en el Ifarhu. El pelao tenía su chamba segura como repre de corregimiento en el West. La cosa explotó por el festín de los auxilios.

Pele el ojo. Que los malandros cibernéticos están desatados tratando de cometer fraudes con falsos correos a nombre del Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría. Ojo con esos sin oficio.

Sin brújula. Comentan por la Cueva que Juan Diego Guaro, desde el norte, llamó a un seminario de manejo de temas políticos. Los resbalones y caídas de los dipus de esa esquina han cruzado las fronteras del palacio legislativo.

Juega vivo. En Veracruz están vendiendo el agua de los carros cisternas. Un funcionario municipal está en la movida. Ya se han puesto denuncias y quejas y al parecer los manes tienen padrino.

A la brava. Me dicen que el burgomaestre de la Heroica Villa de Los Santos les tiró los tongos y los pitufos a los dueños de fonditas en los Guayaberos para quitarles el changarro y dárselo a un pariente que vende pescao frito. Familia es familia.