Cuando sus rayos no son tan fuertes y asoman en escenario gris oscuro son reflejo de que estamos frente a un “Sol de lluvia”, señal inequívoca que el “bajareque” se hará presente y que debemos buscar paraguas, pues ¡De que llueve, llueve!.
Esa es sabiduría criolla que sin proponérselo actúa paralelo al pronóstico meteorológico que, con métodos científicos, da cuenta de nubosidad, lluvias leves, moderadas e intensas, en estos primeros días de junio. Y es allí donde prima la necesidad de cuidar el entorno y apostar por mejores prácticas para aprovechar el caudal del agua.
En Panamá existe el Sistema de Captación y Aprovechamiento de Agua Lluvia conocido por las siglas SCALL. Eso permite su buen uso en actividades como riego de plantas (beneficioso por la ausencia de químicos de tratamiento) y limpieza, muy útil en áreas donde la red de acceso a agua potable es limitada o deficiente.
En otras palabras, el “sol de agua” como parte de nuestro diccionario coloquial no solo avizora tiempos de lluvia sino de provecho (captación de líquido) y de previsión porque la limpieza debe ser prioridad para evitar obstrucciones, que provoquen inundaciones y daños mayores.