- jueves 16 de mayo de 2024 - 9:00 AM
Priman los partidos
Una época de hechos vertiginosos, hasta de vértigo. Conviven dos formas de hacer política, una herencia de los partidos tradicionales, que siguen barajando naipes de nuestro quehacer político. Aunque hay rostros maquillados por a incursión de la ciberpolítica, la ciberdemocracia y la irrupción de movimientos atípicos del tipo Moca y Vamos.
Periodo de entusiasmos espumosos, centelleantes, y de rápidas desilusiones. Algo queda de estructuras ideológicas de mediados del siglo XX, si bien muy desdibujadas. ¿Qué sobrevive del ideario demócrata cristiano en el PP Picanto de hoy? ¿Y de la Internacional Socialista en la que se inspiró el PRD?
El caudillismo es un hilo conductor en nuestro ejercicio político. Los cuatro partidos con mayor arraigo, empezando por el octogenario Panameñista, están vinculados a los caudillos Arnulfo, Omar y Martinelli. En representación parlamentaria, acumulan el 60%, en contraste con la bancada de librepostulados, del 28%, de Vásquez, caudillo emergente. Otras 4 formaciones suman el 11%,El estilo unipersonalista es del gusto del electorado nacional en distintas épocas. Ese caudillismo, ese ejercicio autocrático de poder a cargo del hombre fuerte.
Llama la atención el alto índice de librepostulados, cuyo factor es el líder Vásquez, en contraste con la función crucial de los partidos como correa de trasmisión de la democracia. Tanto en la identificación y formación de élites, la sobreactivación de las campañas electorales y ser fuerza en la sensibilización de la opinión pública para promocionar y encarrilar ante la comunidad temas de interés vital.