• miércoles 26 de noviembre de 2025 - 12:00 AM

Poner una pica en Flandes

Enjundioso, -sa. De enjundia. En latín (inunctia), la parte más densa y nutritiva de la grasa animal. El castellano trasladó la idea del cuerpo a las ideas: sustancia, fondo, rigor. Con el tiempo, es elogio para textos, discursos y hasta decisiones que muestran profundidad. Se agradece lo enjundioso porque escasea. “En tres párrafos dio una explicación breve, pero enjundiosa”.

Lecho de Procusto. Personaje del mito griego, Procusto ofrecía hospitalidad a viajeros desprevenidos: los acostaba en su cama y, si no encajaban, los estiraba o mutilaba, a conveniencia. De ese horror nació la gran metáfora cultural: el intento de ajustar la realidad a un molde rígido, aunque no quepa. Se usa en política, educación y burocracia, cuando se fuerzan los hechos para que cuadren con el plan. “El informe fue metido en el lecho de Procusto para que coincidiera con la retórica oficial”.

Poner una pica en Flandes. Cuando España dominó territorios de la actual Bélgica flamenca, enviar soldados con picas era costosísimo y lleno de peligros. La frase significó y ha significado lograr algo casi imposible, caro, complicado, pero necesario. Cuando se emprende un proyecto comunitario con pocos recursos. “Hacer que todos los ministerios trabajen coordinados es poner una pica en Flandes”.

Pundonoroso, -sa. Pundonor combina el latín pondus (“peso”) con la noción de honor personal. Honor que pesa lo suficiente como para orientar la conducta. Antes designaba el sentido estricto del deber. Hoy es la integridad en lo cotidiano: devolver lo que no es de uno, sostener la palabra dada, actuar con rectitud, aunque nadie aplauda. “Fue un taxista pundonoroso: devolvió el dinero que encontró en el vehículo”.

Victoria pírrica. Pirro de Epiro venció a Roma, pero a un costo tan devastador que él se lamentó de sus triunfos. Desde entonces, una victoria pírrica es aquella que deja al ganador peor que antes. “Aprobar la ley sin apoyo ciudadano fue una victoria pírrica”.