• martes 28 de marzo de 2017 - 12:04 AM

Los pela'os solo quieren ser rarezas

En la adolescencia, la vida se vive en relajo. En su relación con los adultos, disfrutan de llevarles la contraria. 

En la adolescencia, la vida se vive en relajo. En su relación con los adultos, disfrutan de llevarles la contraria. Con sus pares, compiten por ‘ser rarezas', lo que les exige asumir modos de hablar altisonante; descubren sus preferencias por la música irreverente, se esfuerzan por estar a la moda de la ropa, y por consumir ‘literatura chatarra'. Este alienante patrón de conducta, deja poco lugar para las utopías juveniles, los grandes retos para construir la sociedad ideal, ni para emular las grandes epopeyas patrióticas del pasado.

El ‘peláo rareza', no tiene cabeza para pensar en su futuro, al grado que por alcanzar sus metas baladíes, está dispuesto a comprometer su vida y su libertad. Por ser ‘rareza', hay que llamar la atención, sin importar caer en el ridículo. Se siente desafiado por todo lo que le invite al orden, de modo que desconoce la autoridad familiar, civil, religiosa y política, pues por encima de todo, no le debe ‘parar bola a nadie'.

Con violencia rechaza todos los compromisos de la vida adulta; trabajar, levantar una familia, respetar a sus mayores, es cosa de viejos. Pasan los años, y se le resbalan las burlas de ‘los nuevos pela'os rarezas', que viene con nuevas y modificadas locuras. Como no quiso prepararse para madurar, exige tener llave de la casa, aunque no ponga un real p'al mercado.

Es que de papito y mamita siempre oyó que él es lo más importante de su casa, y piensa que el mundo debe tolerarle su irresponsabilidad. ¿Ir a la universidad durante 5 años? Eso es p'a los bobos. Es mucho tiempo que mejor se invierte en camita, comiendo a costilla de los viejos, y arrancándose todas las noches, subsidiado por la familia.

No le ponemos atención al problema que a corto plazo nos creará esta generación parasita. Las leyes de la vida mandan a que los adultos debemos cuidar de los pequeños, y que llegado el momento, aquellos se encargarán de cuidar de nosotros. La educación no es tal, si paulatinamente no lleva a los niños ya los jóvenes a pensar en su futuro con todas las responsabilidades y cargas que le son propias.

Abogado