- jueves 12 de septiembre de 2024 - 12:00 AM
Mama Juana y las vigas H
Mama, he pensado mucho en escribirte. Pablo Pueblo está enfermo; fue al médico y le encontraron un alto grado de distorsión social producto de unas novelas, propagandas y programas de televisión que lo indigestaron.
Su diagnóstico es reservado, pero el médico me confío: le queda algo de vida, todavía, pero solo si aparecen las 600 vigas H, del Puente de las Américas, a un costo de tres millones de dólares, que se llevaron de un patio del MOP, en Farfán.
Increíble, se las llevaron en el bolsillo de “piedreros” millonarios que nadie conoce, algo parecido a los 230 millones de dólares de la descentralización “para-lelos”, porque los millones al parecer llegaron a determinados bolsillos, no en obras comunitarias, pero nadie quedará preso.
En un País de “lelos”, donde la honestidad no vale nada y los pícaros e indeseables que no pagan la cuota obrero patronal a la Caja de Seguro Social (CSS), esos que descuentan al trabajador pero se apropian de las cuotas en detrimento del Seguro y del cotizante, es vivir en un estado de indefensión.
Vivimos en un País donde la evasión de impuestos por empresarios corruptos se premia, mientras se pretende aplicar medidas coercitivas y de hambre a los trabajadores es aplaudida hasta por la población necesitada.
Mama Juana, Pablo Pueblo volvió a equivocarse, votando por diputados nuevos, pero de repartidos políticos. Ellos se deben a los gamonales, a los dinosauros políticos, no piensan por sí mismos, por lo que una vez mas cometió el mismo error de antaño.
Pablo Pueblo muere por los niveles de corrupción y se ve reflejado en la Patria de los argentinos, donde la policía enfrenta a los jubilados y los lesiona, por defender sus derechos, sin percatarse que ellos sin uniforme, también son civiles y en algún momento sufrirán los mismos problemas.
Recuerda Mama Juana que el discurso debe y tiene que ser coherente con las acciones, de lo contrario es más de lo mismo y peor. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.