Es de todos conocido que los noticieros tradicionales de televisión son la mayor fuente de información para los residentes del país. Si bien hay periódicos digitales, redes sociales que esparcen verdades y mentiras a diestra y siniestra, la mayoría de los que tenemos criterio, miramos a diario no solo los telediarios sino los programas de debates.
Sin embargo, estamos perdiendo el oremus, como se diría, en depender de los telediarios nacionales. Son muy largos, cansinos, repetitivos y enfocados en solamente lo que sucede en Panamá. Los temas son, en la mayoría de los casos, la basura, los vertederos, las inundaciones, la aprehensión de figuras de alto perfil, las violaciones, desapariciones, la atención en los hospitales, los problemas en la Asamblea Nacional y todo lo relacionado a nuestro patio. El deporte, el opio del pueblo, también tiene un lugar preferencial, que ocupan minutos preciosos en las dos horas que ocupan los noticieros de la tarde.
En el mundo están ocurriendo muchas cosas y tal pareciera que vivimos aparte de todo lo que ocurre allende nuestras fronteras. Solamente se incluyen cuando muere una figura importante, como pasó recientemente con el deceso del Papa Francisco.
Los noticieros deberían incluir, en sus transmisiones, los desarrollos que se dan en los varios conflictos que se desarrollan en el mundo, así como las amenazas que se ciernen sobre países que enfrentan una posible invasión a su territorio, múltiples desastres naturales que afectan otras latitudes y casos de terrorismo que se dan, incluso en países vecinos.
Si el problema de cubrir lo que pasa en el mundo es la falta de corresponsales, estoy segura de que se pueden lograr alianzas con agencias robustas con las que se pueden compartir noticias mundiales.
Para estar medianamente enterados y no depender de las redes, tenemos que ver tres o cuatro canales de televisión de cobertura mundial, así como leer varios diarios y estar suscritos a plataformas digitales. Debería repensarse por parte de los responsables de los noticieros, que el mundo trasciende nuestras fronteras.