- viernes 01 de abril de 2016 - 12:00 AM
Levántate, que ya eres un campeón
MI-SION: un hombre quedó atrapado en el refrigerador industrial de la distribuidora de carne durante cinco horas. Cuando estaba al borde de la muerte, un guardia de seguridad, abrió la puerta y lo rescató. El hombre le preguntaría después, porqué había acudido a su rescate, y este contestó: -tengo 35 años de trabajar aquí, y tú eres el único que me saluda en las mañanas y se despide en las tardes. ¡Soy INIVISIBLE para los demás! Cuando no pasaste a despedirte, supe que pasaba algo. Entonces te busqué y encontré-. Y así como en esa fábrica, para algunos, las MUJERES son INVISIBLES…no cuentan…son ciudadanos de segunda. Esta condición de INVISIBILIDAD y discriminación, se convierte en a veces en sinónimo de muerte: sólo en las últimas dos décadas, más de 40 mil féminas fueron asesinadas en Latinoamérica por el solo hecho de ser…MUJER. Y aunque la frase bíblica ‘sin contar las MUJERES', suena excluyente, lo que realmente hace es rescatarlas de la INVISIBILIDAD; es una forma decir que la multiplicación de los panes y los peces –que los milagros-: ¡las incluyen! MUJER: no eres INVISIBLE para Jesús; por eso, mientras moría en la cruz no dejó a su madre en el desamparo, curó a la mujer del ‘incurable' flujo de sangre, por eso habló con la samaritana con la que nadie hablaba y retó a ‘que lanzaran las primera piedra' los acusadores de la mujer adúltera. Confía MUJER: Cristo es tu rescatador y defensor (ten cuidado, varón).