La buhonería en la ciudad capital es un medio alterno para que las personas que no tienen un trabajo formal pueden tener ingresos de manera honesta para llevar a sus hogares y poder cumplir con las responsabilidades que acarrea tener un hogar.
Siempre ha existido esta actividad, pero, desde la pandemia del covi-19, hacia adelante, ha aumentado, precisamente por la cantidad de empresas que cerraron durante este período. Otras, abrieron, pero tuvieron que reducir sus planillas, porque la demanda de las ventas no era igual a antes de esa fecha.
Los alcaldes de la capital, en sus diferentes períodos, han tratado de organiza la actividad, ya que obstruyen las calles y avenida y los desperdicios que dejan, productos de las ventas, afean la ciudad y, por otro lado, no permite el libre tránsito de los peatones.
Según las normas vigentes, la buhonera es exclusivo para los panameños, pero, hay personas que no cumplen con esta exigencia y las practican de manera ilegal. AL regular, van a haber muchas opiniones a favor y en contra.
Lo que, si es imperativo, que esta actividad debe realizarse y ser regulada por las autoridades de turno, llámese, las alcaldías, en el caso de Panamá, le toca a Mayer Mizrachi, tarea compleja que debe normalizar desde este momento.
Las conversaciones entre los afectados y el alcalde, es el principio para buscar la solución, de tal manera, que no se vean afectados los vendedores que buscan llevar el sustento a sus familias y que la estética se conserve.
