- viernes 27 de diciembre de 2013 - 12:00 AM
Los Juan Carlos y Salomón
Para cualquier lego en la Biblia, por lo menos sabe que existe un pasaje en el que al rey Salomón, considerado un sabio, le expusieron un dilema. Dos mujeres reclamaban como suyos un niño. Una reclamaba con verdad y la otra, despechada porque había perdido su hijo. Salomón no titubeó y pidió una espada para partir al niño en dos y darle una parte a cada una. La falsa madre dijo que estaba de acuerdo, pero la verdadera madre, como era lógico, pidió que no partieran al niño y que si no había más remedio le dieran su hijo a la falsa madre. Salomón sentenció que el niño era para la que no quería que lo partieran, porque esa era la verdadera madre.
Camino al matadero del fraude electoral que tiene montado este Gobierno, desarrollando todo tipo de triquiñuelas, la división de la oposición es un escenario deseado y promovido, cuidado que hasta con ‘caballos de Troya’ dentro de las principales fuerzas de oposición, el panameñismo y el PRD.
Los candidatos de ambos partidos hablan de que la democracia está en peligro y que ellos son sus verdaderos defensores. La paradoja se asemeja a la del rey Salomón ante las mujeres que reclamaban al niño. Acá le corresponderá al pueblo actuar con la sabiduría del rey Salomón y determinar cuál realmente dice la verdad de ser los defensores de esa democracia. Ambos parecen que, llegado el término legal para concertar alianza el 28 de diciembre, han manifestado que irán sin alianza, es decir, que dividirán la oportunidad de ganarle a la dictadura reinante. Ir divididos es como partir al niño de Salomón. Matarían la oportunidad de rescatar la democracia.
Conociendo las reservas de las bases y liderazgos medios de ambos partidos, lo más prudente, si ambos quieren de verdad parar la dictadura ‘in crescendo’ que se está implantando, sería que ambos renunciaran a sus candidaturas y se buscara a dos terceros ‘potables’ para conformar la nómina presidencial de la alianza panameñismo-PRD. Estos terceros podrían mejor ser independientes, que desarrollen una Constituyente desde el primer día del nuevo Gobierno y, fundada la nueva República, cada oveja con su pareja en nuevas elecciones.
Antes del 4 de febrero puede darse este desistimiento de ambos y buscar conformar la nómina presidencial con independientes comprometidos en rescatar el Estado colapsado.
Pueblo y líderes independientes tienen que ser salomónicos y propiciar la alianza que los Juan Carlos rechazan.
* EXPRECANDIDATO PRESIDENCIAL