• lunes 09 de agosto de 2021 - 11:17 AM

Entre tiburones

Conocer a juristas y docentes, de la altura de un Sebastián y Francisco Rodríguez Robles, dignos alumnos de un maestro constitucionalista

Conocí hace algún tiempo, un comentario de la historia universitaria del por qué le decían a los abogados tiburones, que estaba lejos de lo que yo pensaba. Se asociaba a las novatadas universitarias o reinados, que colocaban un nombre distintivo a cada facultad y parece se perdió con el tiempo. El asunto es que como cosa del destino, crecí entre hermanos menores inclinados al mundo de abogados y aprendí a ver cómo el debate de altura, sin perder la palabra encendida y el profundo análisis histórico y sociológico de las masas, daba razón a nuestras leyes, justicia y crisis.

Conocer a juristas y docentes, de la altura de un Sebastián y Francisco Rodríguez Robles, dignos alumnos de un maestro constitucionalista como César Quintero, así como luchadores sociales cívicos como don Miguel Antonio Bernal y Donaldo Souza, me ha enseñado que no se está solo cuando se entiende que ser egresado de una universidad, es un llamado o casi a un apostolado a servir a la patria contra la corrupción, no importa quien nos ataque o critique, más allá de solo ejercer la profesión.

Hoy en día quedamos atrapados en instituciones públicas plagadas de algunos malos jefes en instalaciones de salud, haciendo desastres y cubiertos por políticos y abogados asesores mediocres, que afortunadamente son la minoría. Para ellos tenemos el antidoto, que son los buenos abogados consagrados y de calidad, aguerridos que nos ayudan a frenar los abusos y nos asesoran con sabiduría y pragmatismo. Para los Diez, De León, Espinoza y muchos otros, que ayudan a una verdadera justicia para nuestro pueblo, incluyendo a mis hermanos tiburones, ¡felicidades en su día!

Secretario General de AMOACSS