La situación de IDAAN no es un problema de este gobierno, pero prácticamente de los mismos personajes que se turnan en el poder, engañando a la población con la supuesta división, hostilidad o aborrecimiento entre un partido y otro, pero todos son uno y uno son todos.
El IDAAN viene dando tumbos y atropellos, mientras en supuestas licitaciones (hay quienes hablan de clandestinidad) se reparten entre políticos (o empresas donde tienen acciones), la distribución de agua en cisternas, el corte, conexión, reparación, medición de agua, distribución de recibos, etc., cuando esa era tarea de equipos de trabajo de la institución.
Nos tienen como idiotizados. Nos preocupan las festividades (carnavales, Navidad, días libres, etc.), mientras los problemas cotidianos nos hacen cada vez más dependientes. Esperamos pacientemente agua frente al pozo vacío, porque estamos seguros que su caudal es inagotable.
Nuestro país refleja crecimiento económico, pero no hay desarrollo económico, por el contrario. La economía se contrae y los pobres tienden a ser cada vez más pobres. El nivel de desempleo aumenta y una nueva ocupación laboral pudiera tener una paga menor.
La mal llamada clase media (pobres estudiados o profesionales pobres), se le empuja a niveles económicos ya superados; lo cual obviamente retardará más el nivel de desarrollo, pero el intelecto, indiscutiblemente, jamás podrá ser disminuido. “De pie o muertos, nunca de rodillas” OT.
Sinceramente, el problema del IDAAN se ha convertido en un distractor de la opinión pública, una estructura donde el único perjudicado es el pobre. “Esos donde no llega el agua, porque el agua es aristocrática” (parafraseando al maestro Demetrio Herrera Sevillano).
Busco habido e interesado en los anales de la historia. Nunca nuestro País vivió tanta desigualdad social, inestabilidad laboral, amedrentamiento del gobierno, donde inclusos se han atrevido a emplazar, amenazar y amedrentar a magistrados y diputados.
No es una gota de agua del IDAAN. Es un torrencial aguacero de angustias que vive la población, producto de necesidades básicas y desperdicios de agua, casi en cualquier calle. Soy el Hijo de Juana. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, máster en Recursos Humanos.