La semana pasada, en su acostumbrada Conferencia de Prensa, el mandatario Mulino, espetó que sectores radicales de izquierda de la Iglesia mienten sobre mina y Río Indio, porque esos “radicales”, cuestionan sus proyectos.
Llama la atención esta descalificación porque es abrirse un frente de conflicto con una organización con trayectoria de 2 milenios que sigue “con paso firme” y muchos de los poderes que la enfrentaron, han desaparecido.
El Papa Francisco dijo que, la organización que regentaba, debía ser “una Iglesia pobre para los pobres”. También produjo la encíclica “Laudato Sí” que dictaba pautas para cuidar la casa de todos, el planeta y su medio ambiente, donde se debe realizar la vida del ser humano.
Siguiendo Laudato Sí, la Conferencia Episcopal panameña se ha manifestado ilustrando a su feligresía sobre los alcances de la encíclica. Sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos, siguen esas enseñanzas y las reproducen.
El que se informa de esta directriz, lanzada desde El Vaticano, puede llegar a concluir que fue un error del presidente, en acto superficial, que haya calificado de radicales de izquierda, desde el Papa Francisco, como a los obispos de la Conferencia Episcopal y a todos los religiosos que siguen la orientación de sus pastores.
En días pasados, el obispo de Colón, monseñor Ochogavía, le respondió al presidente, ilustrándolo sobre el por qué está equivocado, al mezclar calificativo político con la directriz clara de la Iglesia Católica.
Repite el presidente su afán insustancial de decir que, los que cuestionan los proyectos del gobierno, son izquierda radical.
Llamo la atención sobre una sentencia dada por el Papa Pío XI, allá por 1922: “la política es la expresión más alta de caridad humana después de la religión”. Es decir que la política debe tener la consistencia de atender al ser humano como lo hace, por caridad, la religión.
Mantengo una máxima, de mi peculio intelectual, en el sentido de que “el poder enajena”.
Este calificativo de “izquierda radical” presagia una confrontación innecesaria con consecuencias de profundizar el caos que vivimos.