Trataron de vender la idea de que la solución de la seguridad social, tanto en salud como en pensiones, eran las cuentas individuales y demás artículos contenidos en las reformas impuestas a sangre y fuego, con la complicidad de diputados alquilados y uno que otro confundido por esos asesores reciclados que posee la Asamblea.
Sigue estancada la parte de salud, sin medicinas ni reactivos de laboratorio e insumos, salvo leve mejoría por licitación de la administración pasada, estamos de mal en peor. Cada día más se destruye la red hospitalaria, se pierde el hospital de los niños de los trabajadores en vía España, ahora se sigue desmantelando el Complejo de Transístmica, volviendo inútil los esfuerzos de los más humildes de conseguir ayuda en salud cerca de sus casas. Alejando el orden y dejando hospitales cerrados o funcionando como fantasmas deteriorados de una época de gloria que algún día fue.
Ahora viene la obra cumbre de las mentiras en esta dictadura, tratar de explicar en una máquina calculadora de pensiones, de cómo serían las jubilaciones de miles de panameños que no lograran una jubilación digna, donde se manipula la esperanza y se colocaron artículos en la ley dizque de garantías del sesenta por ciento inalcanzables, pero peor aún sin que nadie puede garantizar los rendimientos y otros parámetros que coloca la dictadura para ilusionar que la pensión será mejor que haber regresado la sistema solidario. Mienten con su calculadora así como lo hacen diciendo que arreglaron salud.
