- sábado 24 de agosto de 2024 - 2:41 PM
Auge y caída del partido Panameñista
Es indudable que la figura de Arnulfo Arias Madrid marcó un capítulo histórico en la vida del acontecer político panameño.Arnulfo Arias fue un líder populista fundamentalmente por obras socias y de reivindicación de la figura de la mujer en el marco de los derechos civiles y políticos.
Al concederle el derecho al voto a la mujer en Panamá, se crea un importante caudal de apoyo dentro de ésta población cuyo rol ascendente también fue de la mano del mito que significó “el Fufo” como cariñosamente le decían al Dr. Arias.
El partido panameñista se forjó bajo la sombra de un líder “carismático” que robusteció su figura debido al hecho de que nunca fue un Presidente de período completo o como también algunos afirman que “no lo dejaron gobernar” y gracias a algunos legados de su efímero mandato que también abonaron a la causa de la imagen del verdadero “líder de la oposición panameña”.
Para inicios de la década de los setenta, el partido que seguía las directrices del caudillo Arias, empieza a fracturarse, dando pie a dos corrientes alimentadas por el interés personalista de algunos de los lugartenientes de Arnulfo, originándose así el partido panameñista auténtico y el partido Arnulfista.
Con la “apertura hacia la democracia” y la cancelación del proyecto militarista, el partido panameñista tuvo dos buenas oportunidades para re inventarse y ganar un espacio significativo en el espectro electoral, sin embargo, en ambos casos, la orientación meramente “clientelista” y las prácticas corruptas de los dos gobiernos que tuvo el panameñismo en la post invasión minaron su existencia como grupo alternativo.
Durante el gobierno de Mireya Moscoso, quien llega al poder por el vínculo sentimental que le amarró a Arnulfo Arias siendo su esposa, se dieron una serie de escándalos no resueltos como lo fueron el misterioso hundimiento del helicóptero HP- 1430, que supuestamente escoltaba a Moscoso desde su casa en Punta Mala.
Otro hecho que indignó mucho a la sociedad panameña lo fue los famosos relojes Cartier con precios astronómicos obsequiados a los diputados en ese entonces en medio de un ambiente de grandes necesidades.
En la lista de escándalos del gobierno de Mieya Moscoso también figuran la venta ilegal de terrenos del Banco Hipotecario a ciudadanos asiáticos, las donaciones millonarias que hizo el gobierno de Taiwán, que al final nunca se supo su verdadero destino, proyectos de construcción que eran otorgados a sus cercanos colaboradores, el uso de la caja menuda de la Presidencia para comprarse ropas costosas etc...El propio ex Presidente Ricardo Martinelli llegó a afirmar en su momento que “todos los hilos de la corrupción llegan hasta Mireya Moscoso y debe estar presa”.
Sin embargo, al cabo de un tiempo Mireya y Martinelli fumaron “la pipa de la paz”, me imagino que a cambio de apoyo político.
En el segundo intento de recomponer la figura del Partido Panameñista, Juan Carlos Varela llega a la Presidencia con la consigna de “transparencia”, sin embargo, la forma tan lenta de actuar en muchas decisiones importantes le valió el apodo de “tortugón”. Su promesa de “cero letrinas” no se cumplió.
Tampoco en “techos de esperanza” se realizó a cabalidad con lo prometido y menos en el famoso proyecto de la ciudad hospitalaria que quedó en abandono.Tanto Varela , Mireya y su ex candidato a la Presidencia en las pasadas elecciones José I Blandón representan la figura ya desgastada del clientelismo y la demagogia para alcanzar el poder.
En la actualidad, los pocos diputados que logró conseguir el partido panameñista se han ligado a alianzas con enemigos políticos del pasado como lo son el PRD y Cambio Democrático.
Hoy día, el partido panameñista al igual que el PRD están viviendo quizá el último respiro de una muerte política anunciada que inevitablemente vivirá la mutación y desaparición como en su momento también lo tuvo la Democracia Cristiana, el PALA y el Liberalismo entre muchos.JAIME CHENG PEÑALBASOCIOLOGO Y DOCENTE