El 31 de mayo de 2024 será un día que el defensa panameño Andrés Andrade jamás olvidará, jugando un partido amistoso de Panamá ante Galicia. El país lo vio caer y por sus gestos de dolor y el rostro de preocupación del cuerpo médico de la Federación Panamá de Fútbol, encabezado por el doctor Gerinaldo Martínez, se supo que era muy grave.

Y así fue, tenía una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, serían de 8 a 9 meses fuera. Su último partido en Austria fue el 12 de mayo de 2024.

Desde entonces comenzó ese largo camino a la recuperación por 10 meses y al final tuvo su mayor motivación para volver con todo a la cancha, el nacimiento de su hija Élodie Sofía.

Ayer fue entonces un día de alegría para Andrade, quien volvió y goléo en el triunfo de su equipo Lask Linz 2-0 sobre el Altach, en el Cashpoint Arena.

Fue al minuto 28, en un tiro libre cobrado por Kryštof Daněk, que Andrade se levanta entre cuatro defensas y de cabeza mandar el balón a lo profundo de la portería, lo que desató su alegría y no era para menos tanto esfuerzo tuvo su gran recompensa.

El chorrerano jugó 61 minutos, un tiro bloqueado, un regate, tuvo 60 toques, 40 pases precisos de 47 (85%), un duelo ganado por tierra, dos aéreos y ocho posesiones perdidas.

Con ese resultado, el Lask tiene 18 puntos en la ronda de descenso. Mientras que hundieron más al Altach, con 8.

El siguiente juego del Lask será el viernes 4 de abril ante el Wolfsberger a las 11:15 de la mañana en el Raiffeisen Arena.

“Fue un partido muy difícil contra un rival que había demostrado ser compacto y peligroso. Necesitábamos encontrar la manera de entrar en el partido, pero era de esperar. El gol de Andrade fue el primero. Me alegro mucho por él; ha sufrido mucho. Defendimos con pasión al final, aunque no con mucha confianza. Pero la victoria fue un primer paso importante en el grupo de clasificación”, dijo el técnico Markus Schopp.