La fiesta inolvidable
- lunes 22 de noviembre de 2010 - 12:00 AM
El haber logrado un puesto de trabajo en un Municipio, le trajo muchos problemas, porque tenía que adecuarse a las lambonerías que algunas secretarias, que inventan fiestas, desayunos, cenas para quedar bien con los jefes, pero el colmo de los colmos, fue realizar una fiesta con stripper, para complacer a una jefa, que quería su fiesta, pero con mujeres solamente.
Vicenta no estaba de acuerdo con donar parte de su salario, todas las quincenas celebrar algo, ---ya que era para complacer jefes o jefas---, como es el caso, que relatamos, que ocasionó que el marido de la secretaria, llegara tirando balas y destruyendo parte del hotel.
Por su parte Vicenta no le decía nada a su marido Polito, quien es amigo del alcalde de esa comunidad, por eso logró que le nombraran a su esposa, con buen salario y con horario flexible, ya que aún estudia en la universidad, porque quiere ser enfermera e irse a trabajar a los Estados Unidos o Europa.
En una ocasión la secretaria Delia, quien es ejecutiva en el despacho de la jefa, ---aunque nunca estudio---, sus méritos son otros, que aprovechan los jefes para rotársela de oficina en oficina.
Pero en esta ocasión la jefe Margarita, le tenía en su oficina, ya que hace buenas fiestas, como aquella noche cuando hizo la noche de piyamas, donde disfrutó de la hermosa mujer, ya que su jefa es lesbiana.
Pero la fiesta que se descuadernó fue la que Delia inventó en un habitación de un hotel por los lados de la Ave. Perú, donde era obligatorio que fueran todas las secretarias, oficinistas y otras mujeres de la institución, porque era ‘solo para mujeres’, ya que iban a disfrutar de un stripper que iba hacer un show, erótico y sensual para el sexo débil.
Vicenta la hizo ver a Polito, que era una reunión de trabajo, quien le advirtió que se cuidara, que en las oficinas, hay mujeres que inventan fiestas con otros propósitos y a lo mejor pasaba algo malo.
Eran las nueve de la noche, cuando llegó el stripper, quien empezó a hacer su show a la hora indicada, la habitación estaba media oscura, luces de colores, daban la sensación, que era un club nocturno.
El stripper empezó a mostrar su cuerpo desnudo, una de las mujeres, se subió arriba y empezó a agitarle el pene, que se lo puso duro, ante los aplausos de las otras mujeres, pero la jefa Margarita, se le acercó a Vicenta, le puso los brazos sobre el hombro y empezó a besarle el cuello, aunque estaba en desacuerdo, tuvo que dejarse manosear, ya que se trataba de la jefa de Recursos Humanos y podía botarla.
Las otras mujeres empezaron a jugar con el stripper, lo tocaban, besaban hasta Delia, lo masturbó, hasta dejarlo turulato, mientras que Margarita, ---quien había pagado la habitación de al lado---se llevó a Vicenta, la introdujo en una cama redonda, que giraba.
Pero el dueño del hotel, quien estaba vigilando todo lo que sucedía, no quería problemas con la ley, por eso le advirtió que estaba prohibido, hacer esas cosas en su hotel, porque le da mala fama y podía quebrar, ya que el establecimiento es reconocido por turistas internacionales, no un hotel de ocasión.
Esa fue la salvación de Vicenta, pero la jefa, le prometió que se iban para otro hotel, pero cuando salían del mismo, Polito, esperaba en su carro, sacó un revólver y empezó a tirar balas, como loco, mientras que Margarita, cuyo conductor esperaba en la parte del frente del hotel, se largó, mientras que el celoso marido, fue llevado al juzgado nocturno, porque daño parte del hotel.
Las otras mujeres ni se dieron cuenta de lo sucedido, siguieron disfrutando de su stripper, pero Vicenta dejó el trabajo y su esposo, ahora le consiguió como asistente de enfermería, que es lo que esta estudiando, pero se percató que la jefa no jugara el otro equipo y no se repitiera la fiesta inolvidable.