Echa por un barranco la vida sexual aburrida

  • lunes 26 de agosto de 2024 - 11:00 PM

Para conseguir que tu vida sexual nunca más sea aburrida es esencial que empieces a atreverte a jugar, a jugar a toda clase de juegos y aventuras que aportarán ese toque picante a los encuentros y volverán a darle un aire fresco y lleno de diversión.

Hay una gran variedad de juegos eróticos que puedes hacer con tu pareja para caldear el ambiente y conseguir excitarse los dos de una forma intensa. Es la mejor manera de romper con la rutina y de crear una antesala perfecta para la excitación y el deseo sexual.

Otro de los mejores juegos eróticos es el intercambio de papeles. Aunque te parezca una tontería, lo cierto es que puede ser una aventura de lo más excitante además de permitir jugar a ser otras personas, con gustos sexuales diferentes y rompedores. Seguramente, a la persona que tú eres le cueste un poco hacerle un striptease a su pareja pero ¿qué tal si lo hace otra mujer interpretada por ti? Romper tabúes, quitar vergüenzas e innovar en la cama es esencial para tener un sexo más divertido y menos monótono.

En este sentido puedes optar por muchas variantes como, por ejemplo, encarnar a un personaje típico de fantasía sexual (policía, colegiala, bombero, etc.) o, simplemente, fingir ser otra persona de otro país o con una vida totalmente diferente a la tuya. Pueden citarse en un restaurante como si fuera una cita a ciegas o fingir un encuentro casual en un hotel, ¡la imaginación no tiene límites!

Pero para tener un sexo más divertido es también esencial que pruebes nuevas experiencias en la cama y que, sobre todo, dejes de lado los encuentros más rápidos y optes por introducir todos los sentidos en el encuentro. Preparar una habitación con luz tenue, música relajante y velas aromáticas consigue crear un ambiente sensual e íntimo, perfecto para un encuentro con tu pareja.

Pero, además de esto, puedes empezar a jugar con los sentidos directamente en la cama. Un juego la mar de excitante es vendarle los ojos a tu pareja y atarle las manos con unas esposas para que no vea ni pueda tocar nada. Estará totalmente sumiso a ti y, entonces, tú podrás comenzar a jugar con su cuerpo, a besarle, tocarle y hacer que la experiencia sea extremadamente sensorial y placentera. ¡Le encantará!

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