• martes 14 de enero de 2025 - 12:00 AM

¿Y si nos ‘despojaran’ el Canal?

El tema canalero ha demostrado tener una inexplicable fuerza unificadora “cuasi religiosa”. Eso explica la sensación de triunfo que provocó la reversión del Canal en 1999, ante el impacto que ese logro tendría en el desarrollo nacional.

En la guerra que hoy libra EE.UU. por el control económico comercial global, el control de Canal de Panamá está en la agenda del presidente Trump, pretextando cuestiones de seguridad nacional. Esto contraviene la neutralidad sostenida por Panamá, según la cual en todo tiempo y circunstancia debe mantenerse abierto al tráfico naviero mundial.

Siguen frescas en la memoria de los panameños las intervenciones de EE.UU. en nuestros asuntos internos, en las que sin importar los sacrificios, los canaleros hemos hecho sentir nuestro. Sólo por un minuto imagínate lo que ocurriría si las amenazas de Mr. Trump se hicieran realidad. Ya de por sí, la presencia de la soldadesca “yanky” sería un acto ofensivo a nuestra dignidad nacional, seguido por la imposición de un gobierno títere, integrado por figuras de conocida trayectoria antinacional, perdiendo el poco prestigio internacional ganado precisamente en la lucha por la recuperación del Canal.

Y tal como ocurría en el pasado, nos tocará recibir migajas del jugoso negocio transístmico. A fin de cuentas, terminaríamos convertidos en “primera colonia hemisférica ” del siglo XXI. ¿Cómo podríamos rechazar esa amenaza con algunas posibilidades de éxito? Esta coyuntura deja expuesto el desastre que la corrupción junto con sus hijos “el clientelismo y la demagogia”, hizo y sigue haciendo sobre la democracia y la conciencia nacional.

En ese contexto, habrá que construir la unidad patriótica, democrática y nacionalista entre obreros, empresarios, intelectuales independientes, comprometidos en asegurar la existencia de la Nación panameña. La posibilidad de perder el Canal es un asunto que le preocupa primariamente al pueblo panameño.

En este delicado escenario, la defensa de los intereses nacionales se convierte en la prueba de fuego que debe pasar el presidente Mulino. Sería fácil pronosticar lo que nos pasaría si la vocería de esas justas reivindicaciones nacionalistas quedara en manos de una de esas desgastadas figuras electorales del patio. Es momento en que Estado y Nación se conjunten para defender el Canal.

Sigue frescas en la memoria de los panameños las intervenciones de EE.UU. en nuestros asuntos internos.
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