Bala lo mató cuando predicaba la palabra
- jueves 14 de junio de 2018 - 12:00 AM
HISTORIA
Alexander murió cuando predicaba la palabra de Dios a un joven que recién había salido de la cárcel. El crimen ocurrió en el sector conocido como Curunducito, en Torrijos-Carter, San Miguelito.
Ocurrió la noche del pasado lunes 4 de junio en un barrio donde los jóvenes mantienen diferencias con pandilleros de otros sectores.
Alexander Hurtado Meléndez, de 32 años, fue la víctima inocente de esa diferencia.
Testigos dicen que esa noche jóvenes de otro sector llegaron disparando y una de las balas alcanzó la cabeza de Alex cuando predicaba la palabras de Dios. El joven asistía a la iglesia Pacto de Vida, ubicada en Curunducito.
Pastor de Alexander
Christian Solis Mosquera llega vestido con una camisa de cuadros. El es pastor de la iglesia Ministerio Hossana Voz de las Naciones, Iglesia Pacto de vida.
El pastor, desde que levantó la iglesia, ha logrado convertir a Cristo a jóvenes sicarios, delincuentes y drogadictos del sector. El era pastor de Alexander.
-Alexander, luego de trabajar, venía a comer a la casa de la mamá y se detuvo a hablar de Dios con un chico que ese día había salido de la cárcel y se formó la balacera. Y cuando él iba a abrazar al joven, una bala lo alcanzó en la cabeza- dice el pastor.
Los gritos, la desesperación y la histeria, se apoderaron de los familiares de Alexander. Fue llevado en patrulla al Centro de Salud de San Isidro y de allí al Santo Tomás donde falleció a las 2:00 de la madrugada.
-Cuando lo llevamos aún estaba vivo y comenzó a hablar de Dios. Sabemos que Dios permitió esto para que muchos abran los ojos.
Dios lo rescató
El pastor cuenta que Alexander estuvo preso seis años por robo a mano armada a un local comercial. Al salir entró de lleno a la iglesia y se restauró.
-El era un hijo espiritual que se congregaba en la iglesia, un evangelista que Dios usaba para predicar la palabra.
El predicador describió a Alexander como un hombre responsable con su hogar , con sus hijos y estaba recuperando el tiempo perdido con la familia.
Alexander era padre de dos criaturas y su esposa (policía), espera otro hijo. Su padre es policía jubilado.
La semana pasada su madre, Anayansi Meléndez, se encontraba haciendo los trámites para darle cristiana sepultura a su hijo.
Ella dice que pide misericordia a Dios para los que acabaron con Alexander. No quiere venganza.
-Se lo dejó a manos de Dios- dice con resignación.