[VIDEO] 83 años de la Biblioteca Nacional: Patrimonio, educación y memoria
- jueves 10 de julio de 2025 - 12:00 PM
La Biblioteca Nacional de Panamá, Ernesto J. Castillero R. , no es solo un edificio lleno de libros y documentos antiguos. Es un espacio donde la historia cobra vida, un lugar donde generaciones han aprendido a buscar respuestas y construir su visión sobre el país.
Y aunque los años pasan y la digitalización avanza, la Biblioteca sigue siendo un punto de encuentro para estudiantes, profesores e investigadores que buscan entender los acontecimientos que marcaron a Panamá.
Fátima Ávila, jefa de la Hemeroteca, cuenta que la biblioteca ha tenido un impacto profundo en la educación y la cultura del país. No es raro ver a jóvenes universitarios consultando documentos sobre episodios históricos como el movimiento inquilinario o la tajada de sandía, o investigando para tesis sobre figuras nacionales como el doctor Ramón. “Ellos mismos tienen que analizar qué pasó, tienen que leer dónde nace la noticia, dónde está verdaderamente la historia de lo que sucede en el acontecimiento”, sostiene.
Más allá del acceso a documentos, la Biblioteca Nacional se ha convertido en un puente entre generaciones, promoviendo el valor de la investigación y la consulta directa. Su labor también se extiende a través de alianzas con universidades, el Ministerio de Cultura, bibliotecas públicas y otras instituciones, con el fin de ampliar su alcance y acercar la cultura a más personas.
Hoy, con 83 años de historia, la Biblioteca sigue siendo un guardián silencioso del patrimonio nacional. Resguarda desde el primer periódico panameño de 1822 hasta libros y documentos clave del siglo XIX, como memorias gubernamentales y boletines diocesanos, que cuentan la historia del país desde sus propias páginas.
Pero su mayor desafío no está en preservar el papel, sino en mantener viva la conciencia de su valor. Como dice Fátima, su mensaje a las futuras generaciones es claro: “Si perdemos la Biblioteca Nacional, perdemos nuestro patrimonio, y si perdemos eso, nos perdemos como país”.
La Biblioteca Nacional sigue siendo, hoy más que nunca, el lugar donde nace la historia.