La selva del Darién no es un juego
- sábado 30 de septiembre de 2023 - 12:04 AM
Cruzar las 575 mil hectáreas del tapón de Darién no es un juego y aunque las autoridades panameñas han advertido de lo peligroso que es, sigue siendo ignorada por los migrantes que arriesgan su vida para cumplir su sueño americano que es llegar a los Estados Unidos (UU.EE).
Pese a los constantes avisos, el flujo de migrantes no se detiene ni por las inclemencias del clima, pues dicho flujo se ha incrementado en un 62% durante el 2023.
‘Ya se sobrepasó la capacidad de Panamá para atender a los migrantes irregulares que están de paso", dijo el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, además afirmó que se hace un esfuerzo sobrehumano.
La cifra de migrantes irregulares llegó a 402 mil 30 personas, número récord que es superior a lo que se registró al cierre del año 2022, cuando pasaron 248 mil extranjeros por la selva.
Ayer, personal del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), manifestó que esto no es un juego y que día a día se ven cómo miles de extranjeros ingresan a la selva exponiendo sus vidas y las de sus familias.
Reiteró que este lugar, siendo Patrimonio de la Humanidad, no es apto para el ser humano, debido a la cantidad de ríos, riscos y su topografía, característica de una selva.
La reacción del Senafront se da luego del rescate de dos foráneos (una mujer y un hombre) que casi mueren en la travesía. Fueron rescatados vía aérea.
Pero no todos viven para contarlo. Solo en los primeros cinco meses de este año, unos 26 migrantes fallecieron al aventurarse por el tapón del Darién. En el 2022, fueron 63. Mientras que en el 2021, murieron 65, en su mayoría por inmersión. Esto sin contar los cadáveres que aún siguen sin ser encontrados.
Aparte de la peligrosidad de la selva, estos extranjeros se exponen a los riesgos que se suman por las organizaciones criminales que se aprovechan de su vulnerabilidad y en los peores escenarios hasta los matan.
La crisis migratoria ha llevado al presidente Laurentino Cortizo, ha manifestar que la situación es insostenible, donde el Istmo hace un esfuerzo titánico para atender de manera solidaria a esos migrantes y ha pedido ayuda a los organismos internaciones.
Panamá incluso tomó algunas medidas en septiembre por esta ola de migrantes, entre ellas reducirá el permiso de turismo de 90 días a 15 días y se aumentará la exigencia de la solvencia económica en los puestos de controles formales a $1,000. Medidas, que según especialistas en temas migratorios, de nada van a detener el paso irregular de estos extranjeros.