Recuerdo imborrable: la JMJ 2019 y el paso del Papa Francisco por Panamá

- lunes 21 de abril de 2025 - 9:50 AM
A seis años de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019, Panamá revive con emoción y gratitud los momentos que marcaron un hito en la historia reciente del país. Fue la primera vez que este evento internacional, convocado por la Iglesia Católica, se realizó en Centroamérica, y dejó huellas imborrables en la fe, la cultura y el corazón de miles de jóvenes de todo el mundo.
La JMJ se celebró del 22 al 27 de enero de 2019 y tuvo como figura central al Papa Francisco, quien visitó Panamá por primera vez. Durante esos días, el país se convirtió en un punto de encuentro para más de 700 mil peregrinos provenientes de más de 150 países. Las calles se llenaron de banderas, cánticos y un espíritu de esperanza que contagió a todos, sin distinción de credo.
Uno de los momentos más emotivos fue la misa de apertura, presidida por el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, en el Campo Santa María la Antigua, donde miles de jóvenes se unieron en oración y alegría. La llegada del Papa Francisco el 23 de enero fue recibida con júbilo en el Aeropuerto de Tocumen, y su recorrido en el papamóvil por la ciudad desató una ola de entusiasmo popular.
El pontífice dejó mensajes profundos en cada una de sus intervenciones. “Ustedes no son el futuro, son el ahora de Dios”, dijo a los jóvenes en la ceremonia de bienvenida, animándolos a asumir un rol activo en la transformación del mundo. Durante el Vía Crucis, recordó el sufrimiento de los más vulnerables, y en la vigilia del sábado, compartió momentos de oración bajo las estrellas con cientos de miles de jóvenes.
El domingo 27 de enero, la misa final en el Campo San Juan Pablo II, en Metro Park, congregó a una multitud impresionante. Allí, el Papa agradeció al pueblo panameño por su calidez, hospitalidad y alegría: “Gracias por abrirme las puertas de sus casas, de su patria y de su corazón”.
Además de los eventos religiosos, la JMJ fue una vitrina para la cultura panameña. Hubo presentaciones folclóricas, ferias, exposiciones y encuentros interreligiosos. Las iglesias del Casco Antiguo, la Basílica Don Bosco y la Catedral Metropolitana jugaron un papel central como escenarios espirituales e históricos.
La logística del evento implicó un gran esfuerzo de organización: miles de voluntarios, personal de seguridad, traductores y trabajadores del sector salud se volcaron a garantizar una experiencia segura y acogedora. Fue también una oportunidad para el turismo y la economía local, que experimentaron un impulso significativo.
Seis años después, las imágenes de esos días siguen vivas: los cantos en varios idiomas, los abrazos entre desconocidos, el testimonio de jóvenes que encontraron una nueva esperanza, y las palabras del Papa que siguen resonando: “La fe se hace vida cuando se pone en acción”.
Hoy, Panamá recuerda con orgullo y emoción la JMJ 2019, un capítulo que unió al país con el mundo en torno a la fe, el amor y la juventud. Fue más que un evento religioso: fue una fiesta de encuentro, solidaridad y renovación espiritual.