Prospectiva en la estrategia del control del Canal por parte de EE.UU.

  • martes 18 de febrero de 2025 - 12:00 AM

Las declaraciones realizadas por Trump tienen repercusiones que implican relaciones diplomáticas y económicas a diferentes niveles, tanto nacional, como internacional. Se está interpretando como un atentado a los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Es un símbolo de soberanía nacional y cualquier intento de revertirlo es observado como una violación de acuerdos al derecho internacional. América Latina lo está dilucidando como un gesto imperialista, dañando más la percepción de EE. UU. en la región.

El Canal de Panamá es una infraestructura estratégica para el comercio global por done pasa casi el 10 % de la flota mundial de barcos. Se puede interpretar como una señal de inestabilidad y de imposición para controlarlo desde el extranjero. Genera preocupaciones entre los principales usuarios del Canal y en los cinco continentes: Asia, Europa, América, África y Oceanía.

Puede tener efecto contrario, promover otras alternativas de desarrollo de rutas, como, por ejemplo; canal en Nicaragua, nuevo puerto de Perú “Megapuerto de Chancay” que mejora la competitividad marítima frente a los terminales de Chile y del mundo. Podría posicionarse como competidor en las inversiones al paso del Ártico. Rusia, en 2023, pasó 2,1 millones de toneladas en los primeros diez meses, marcando un récord de tránsito de mercancías, con la Ruta Marítima del Norte (RMN), que es la alternativa al canal de Suez. Con el problema del calentamiento global y esta nueva variable, ellos pueden tratar de reducir la dependencia del Canal de Panamá.

Las opiniones están divididas, ocasionando un impacto en la política interna de EE.UU. por las críticas en sectores internos que defienden el respeto a los tratados y derechos internacionales. Produce una disonancia cognitiva, creando efecto contrario en los que piensen que Trump es un defensor de los intereses de EE. UU. China tiene intereses económicos en varios países latinoamericanos. En Panamá, posee los puertos de Balboa y Cristóbal que son las entradas y salidas del Canal, participan en la construcción del cuarto puente sobre el Canal. Esta situación originó tensiones geopolíticas estratégicas que puede desestabilizar las relaciones diplomáticas, comerciales y geopolíticas en la región. Cuando Panamá fortaleció sus relaciones diplomáticas con China en 2017, se le complicó cualquier intento de EE.U.U. de retomar el control del Canal.

Hay que formular una estrategia geopolítica para evitar la dependencia de EE.U.U como promover más tratados de libre comercio con nuevos mercados para fomentar la exportación. Impulsar sectores clave estratégicos para aumentar la inversión en logística, tecnología, turismo sostenible y agricultura de alto valor. Consolidar el sistema financiero y promover atracciones de inversiones extranjeras para crear incentivos estables a los países aliados y de economías emergentes, como Brics, (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

Desarrollar la diplomacia activa y el multilateralismo realizando más alianzas internacionales; hay que prepararse para el alza de aranceles, analizando las exportaciones críticas de los sectores más vulnerables al aumento por parte de EE.UU., diversificando los mercados para estos productos y construir una imagen global positiva mejorando la reputación del país y tener la capacidad de anticiparse a posibles medidas con estrategias que diversifiquen las relaciones económicas y fortalezcan la soberanía y estabilidad del país. Adoptar una postura proactiva y colaborativa a nivel internacional puede mitigar los impactos de cualquier acción unilateral adversa por parte de Estados Unidos.

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