Monseñor Ulloa: "Nuestra patria tiene heridas profundas por la corrupción"

"Volvamos a construir la patria amando, formando y cuidando responsablemente a nuestros hijos" dijo 
  • jueves 03 de noviembre de 2022 - 2:30 PM

Panamá celebra un año más de vida republicana. Hoy se cumplen 119 años. “La Patria se construye con la fe en Dios y el compromiso de servir a los hermanos”, es parte del mensaje que dio esta mañana el monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá, en la homilía Te Deum de Fiestas Patrias.

Su mensaje lo da en la Catedral Basílica Santa María La Antigua, en presencia del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen y otras autoridades. 

Aquí te dejamos parte de su mensaje: 

"Lamentablemente nuestra patria tiene heridas profundas por la corrupción. Dejemos de verla como algo "normal" o como parte de lo cotidiano. Empecemos a verla como lo que es: un veneno. La sabiduría popular al describir a una persona inescrupulosa y corrupta suele usar una frase atrevida y dura: “Éste es capaz de vender a su propia madre"

Esto es lo que hacemos cuando caemos en un acto de corrupción: vendemos a la “Madre Patria”. Cuando estudiábamos existía en el colegio el curso de cívica, que haría mucho bien volverla a incluir en el pénsum educativo, porque se nos enseñaba a hablar de la “Madre Patria”, pero sobre todo a amar a la “Madre Patria”, un sentimiento que da sentido de pertenencia, más allá del mes de noviembre.

Este amor profundo a la Madre Patria es un vacío que existe en nuestra niñez y la juventud, e incluso en algunos adultos. Nuestra Patria requiere de una reconstrucción ética y moral, sin esto lo material será imposible. Por eso el más urgente y primer paso que debemos hacer es reconstruir la conciencia moral en las personas que vivimos en esta tierra.

Por tanto, nos apremia reconstruir en nosotros y entre nosotros, la unidad, la honestidad, la laboriosidad, la justicia, la predilección por los pobres. Que quienes tienen el poder de decisión en los diversos campos, político, económico, religioso, entendamos que el poder es servicio al prójimo. Es la pasión de trabajar por el bien común que abarca el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres y mujeres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección.

Recuperar nuestra memoria 

Tenemos una rica historia patria que nos muestra cómo hemos superado muchos momentos complejos y difíciles. Lo que era imposible desde los análisis políticos y estratégicos lo hicimos posible, gracias a la fortaleza de nuestras raíces, de nuestro sentir con la Patria y sentir con los otros.

Hagamos con nuestros niños y jóvenes un espacio de encuentro para conversar de nuestra memoria histórica, de las proezas que hemos obtenido como Nación. Cuéntele cómo logramos nuestra independencia de España en 1821, una potencia colonial; que nos separamos de Colombia, sin derramar una gota de sangre, al sentirnos segregados y marginados.

Ante la agresión del ejército norteamericano a nuestra juventud y a la Patria, en 1964, rompimos relaciones con Estados Unidos; ese mismo ejército nos invadió en 1989, devastando material y espiritualmente al pueblo panameño, pero fuimos capaces de reconstruir está tierra, chiquitita y cristiana. Recordémosle que, en diciembre de 1999, logramos un hecho impensable: recuperamos nuestro Canal de Panamá, y lo hemos administrado con eficiencia y lo hemos ampliado. Atesoremos esta historia, formada por tantos otros hechos que nos dan lustre. Recordemos con orgullo los nombres de nuestros héroes y heroínas, pues son las joyas de un ayer maravilloso.

Diálogo como camino del cambio

La conciencia de que “Panamá” tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento”, nos ha permitido salir adelante como país en democracia, y es la que anima una confianza esperanzada en las capacidades del pueblo panameño y de sus diversas autoridades para enfrentar nuestro presente, en escucha, en diálogo, con respuestas creativas y renovadoras.

Desde esta convicción asumimos el papel de facilitador, en medio de la incertidumbre y la complejidad de una difícil situación que vivía el país. Nuestro único norte fue animar y facilitar una Mesa Única de Diálogo, en un proceso dividido en dos etapas, siendo la primera un primer acercamiento coyuntural y urgente, que surgió del malestar en las calles de una gran cantidad de sectores de la sociedad panameña. Una vez cumplidos los objetivos de esta primera etapa, la finalizamos formalmente el jueves 15 de septiembre de 2022. Y ahora somos facilitadores en el proceso de transición a la segunda etapa de esta Mesa de Diálogo. Estamos comprometidos a que lo más pronto posible se designe al mediador, que se requiere para así llegar con pasos firmes a la segunda fase, para hacer posibles decisiones consensuadas, por todos los sectores, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de todos quienes habitamos este país.

Creer en nuestras potencialidades 

Que la celebración de estas fiestas nos permita recuperar nuestra fe en nosotros mismos, confiemos en que Dios nos ha elegido a lo largo de nuestra historia para marcar la diferencia. Esto no significa ser ingenuos, se trata de sostenerse en la confianza que tenemos la fuerza para transformar nuestras situaciones de injusticia y de exclusión.

Hagamos la Patria grande. Encaminados en este esfuerzo, ha de renacer en nosotros una gran esperanza y responsabilidad hacia esa inmensa multitud de hermanos nuestros que necesitan pan, trabajo, educación, seguridad, salud, justicia y paz. Seamos para ellos constructores de una Patria más solidaria, más justa, más humana.

Se hace evidente que la grandeza de los pueblos se mide, en primer lugar, por sus fuerzas morales y espirituales no por la fuerza económica. Y si somos un país predominantemente creyente, eso se debe reflejarse en nuestras acciones y decisiones, especialmente si estas decisiones tienen el poder de transformar la vida de los empobrecidos y excluidos del desarrollo social y económico.

Crisis migratoria

Frente a la crisis migratoria es justo reconocer el esfuerzo que realiza el gobierno de Panamá, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, la Dirección de Migración y el Ministerio de Seguridad y su convicción que la situación actual no puede ser atendida unilateralmente.

En conjunto como países hermanos busquemos una salida humanitaria que pueda ser una respuesta oportuna e integral ante el clamor de tantos hermanos y hermanas que se han visto obligados a salir de su país de origen.

A las organizaciones e instituciones como a las diversas comunidades de fe, y sus fieles, hacemos un llamado para que unidos podamos atender desde nuestras limitaciones a estos hermanos y hermanos nuestros. No podemos serindiferentes al viacrucis que viven en esa trayectoria en busca de una mejor calidad de vida. Somos un país, que ha sido históricamente fraterno y solidario. Un pueblo que el Papa Francisco ha llamado un pueblo noble. Hoy necesitamos la fuerza del amor y de la solidaridad para atender la crisis migratoria, presente en nuestro país. Esperamos la ayuda de todos

Renovar nuestra pasión por Panamá Renovemos con pasión el compromiso con nuestra Patria. Que estas fiestas nos encaminen a fortalecer la moral del hombre y de la mujer panameños, pues sin riqueza moral y humana de poco o nada sirve la riqueza económica. Con la ayuda de Santa María la Antigua, que ha acompañado el caminar de nuestro pueblo, interceda y nos haga dóciles a la acción del Espíritu y así unidos en la verdad, este sueño lo podamos hacer realidad: Una patria libre de divisiones, y de intereses sectarios; que podamos entonar siempre en paz y armonía el canto de alabanza que nos recuerda el coro de nuestro himno nacional: “Alcanzamos por fin la victoria / En el campo feliz de la unión;/Con ardientes fulgores de gloria/Se ilumina la nueva nación".

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