Alberto Morán

‘Medicina en Panamá tiene atraso de 10 años’

Indica el especialista en medicina robótica
  • lunes 01 de abril de 2024 - 12:00 AM

El médico cirujano general, laparoscopista y proctólogo con entrenamiento robótico, habla sobre las ventajas que ofrece la tecnología en cirugías de colon. El doctor invirtió sus ahorros para hacer una subespecialización en Israel, donde se ganó el respeto de sus colegas luego de ir a India y Francia a entrenarse en robótica.

¿Cuál es la proyección de la medicina robótica del futuro?

Lo último en robótica es algo que se llama cirugía robótica virtual asistida. Cuando estuve en Israel durante mi entrenamiento robótico, los cirujanos del hospital Bnei Zion, donde me formé, ya existía la tecnología. Se practica, es el presente. Es lo que ahora va a ocurrir en otros países porque hay un auge grande en los cirujanos para entrenarse en robótica. Ahora somos pocos. Para nosotros es sumamente importante, por mucho que sepas operar y quieras quitar con cáncer, por ejemplo, tienes que abrir cinco centímetros y quitarlo. La cirugía en puerto único robótico es un gran avance porque vas a poder hacer toda la cirugía por este orificio y por ahí mismo puedes sacar la pieza quirúrgica. Actualmente utilizamos tres puertos, para los brazos, uno para la cámara cerca del ombligo y hay que abrir otro como las cesáreas de cinco centímetros. Es decir, el paciente tiene cinco incisiones, en vez de tener una sola.

¿Ese tipo de cirugías ya están en Panamá?

No, el año pasado un cirujano en Estados Unidos que es el pionero, John Marks que es el único que está entrenado en eso. Todavía no se conoce esta práctica en Europa o Asia. Hicieron el robot, el doctor lo empezó a usar y ahora tiene que entrenar a otros cirujanos. En este momento está en planes para ofrecerse en cursos. Todo se hace por estudios comparativos en ventajas de robots, se evalúan tasas de infecciones, resultados y complicaciones.

¿Qué tan atrasado está Panamá en comparación a otros países?

Para mí la palabra es ayudar al país. Nosotros estamos atrasados, por lo bajito, más de 10 años. Israel que tiene muchos avances, está atrasado unos cuatro años, Panamá tiene otros cinco años más de atraso en comparación.

¿Qué falta en Panamá para ponernos a tono?

Que más cirujanos se entrenen en cirugía robótica porque en Panamá no se puede, no quieren dejar que los cirujanos generales aprendan de esto. Creen que entre menos personas lo sepan más los buscan en la privada. En Israel el que enseña más es el mejor. La gente se pelea por ser profesor. Van a la universidad para ser profesores y enseñar, investigar. Ahí hice estudios de células madres, cada ampolla vale un cuarto de millón de dólares, y usábamos de dos a tres ampollas todos los lunes durante dos años. Se las poníamos a los pacientes que tenían inflamación intestinal que hacían fístulas perianales.

¿Cómo puede resumir la medicina en Panamá?

Pienso que estamos bastante lejos de lo que debería ser. En Israel, al igual que Estados Unidos, se tienen equipos multidisciplinarios para la toma de decisiones de cirugías complejas, difíciles. Manejo de pacientes con cáncer avanzado. Ahí no se mueren los pacientes, se pelea hasta el final. En dos años y medio que estuve ahí, si se murieron dos pacientes fue mucho.

Tres consejos que daría al sistema de salud panameño...

Entrenar más médicos en cirugía robótica. Tratar de hacer equipos multidisciplinarios dependiendo de la especialidad para consultar. En Israel por un paciente nos sentábamos 20 médicos de todas las especialidades que pudieran intervenir, todos, hasta nutricionistas. La tercera cosa es que si se hacen las dos anteriores todo fluye mejor, igual el presupuesto para esto, porque es grande. Ninguna de las dos primeras se van a poder dar si no se mejora el presupuesto, todo queda en ideas.

¿En qué facilita al paciente y al médico esta tecnología?

Aplicado a mi subespecialización y en cirugía en general, básicamente te pones los lentes de realidad virtual y puedes ver toda la irrigación sanguínea y puedes tener un mejor planeamiento de la cirugía. Las variantes anatómicas que usualmente ocurren, como derrames, se pueden prevenir con esta tecnología, la que evita riesgos para el paciente durante la cirugía. Esto hace que la cirugía sea más planificada y obtenga mejores resultados.

Si se encuentra en este tipo de cirugías, y observa que algo no está bajo la planificación, ¿que pasa?

La idea es ponerte los lentes y enfocarlos en el paciente para ver dónde están las arterias para que cuando empiece la cirugía no tenga esos errores, o minimizarlos. No es que no pueda ocurrir, pero el entrenamiento y la experiencia con la cirugía virtual, conlleva a menos errores, más precisión y menos complicaciones. En comparación con la cirugía abierta, el paciente se recupera más rápido. Igual comparando con la cirugía laparoscópica, tienen menos dolor. Mis pacientes en Israel que fueron operados con esta tecnología se recuperaban mucho más rápido y comían más rápido, era tangible. Dependiendo del grado de experticia del cirujano, los resultados de los pacientes eran más favorables.

¿Por qué se interesó en esta especialización?

Cuando estaba estudiando en Panamá en el hospital Manuel Amador Guerrero, cirugía general y laparoscopía, quería hacer algo que pocos cirujanos pudieran lograr, era como un reto para mí. Me interesé en laparoscopía avanzada. En pocas especialidades puedes tener ese grado de habilidad, para mi fue una de ellas. Siempre me fascinó esa parte y me propuse especializarme.

¿Cómo llegó a Israel?

Primero me acerqué a Senacyt, me dijeron que Panamá tenía dos convenios, uno con Colombia y el otro con Israel. Apliqué para ambos, la parte de Colombia no resultó. El médico que hacía de enlace nunca nos contestó. Así que empecé a tramitar la parte del convenio con Israel. No fui elegible, a pesar de la carencia que hay en el país, actualmente soy el 21 proctólogos en Panamá, obviamente para ser el tercer cáncer más frecuente en el país, debiera ser una necesidad nacional. No fui escogido por alguna razón, supongo que no tenía alguna relación en esa entidad, pero por medio de un médico cirujano cardiovascular que estaba en Israel, me contactó con el responsable en Israel y pude lograr hablar con él. Para poder tomar esa subespecialización vendí mi carro, todo lo que gané trabajando en el Covid, lo invertí para ir a Israel.

Aquí hay cuatro hospitales que tienen robot, la Ciudad de la Salud tiene uno, tengo entendido que lo usan. Yo no trabajo ahí, ojalá me dieran la oportunidad de trabajar en una institución pública para retribuir al país los cimientos que me dio.”
comments powered by Disqus