Nuestras líneas hoy deberían destacar la fuerza esperanzadora del espíritu navideño. Sólo que las desafortunadas declaraciones del presidente electo Trump, sobre su deseo de recuperar el Canal de Panamá, nos obligan a contrariar aquel propósito.
Esto no nos debe sorprender, pues ellas se adecúan al tono irrespetuoso de Mr. Trump, apropiado para complacer al conservadurismo “de aquí y de allá”, que no aceptaron ni aceptan la recuperación negociada del Canal.
No dudamos que es consciente de las reacciones que sus palabras provocarían, pero también lo es conocedor de las limitadas capacidades de reacción de nuestras instituciones democráticas. Y ni hablar de la educación nacional, que a consecuencia de la deficiente formación con sentido nacionalista de nuestros estudiantes, se ha descontinuado la lucha nacionalista en las generaciones del presente.
En el presente, la nación panameña está desintegrada gracias a la corrupción y las prácticas antidemocráticas, aderezada con la total desconexión de la sociedad y las autoridades establecidas, y el país hoy mira al cielo preguntándose como el Chapulín Colorado; ¿y ahora, quién podrá defendernos? Por eso no nos tranquilizan las declaraciones del presidente Mulino, quien cada día que pasa viene perdiendo las simpatías de sus electores.
Ni hablar de los partidos, quienes se mueven en función de las elecciones del 2029, o en las auditorías e informes sobre los recursos públicos que manejaron. El acuerdo nacional propuesto por algunos pensadores para blindar el Canal de esas pretensiones imperiales, como era de esperarse, cayó en “saco roto”.
Hoy poco queda de la otrora imagen de respeto que Panamá se ganó en la lucha canalera. Las declaraciones de Mr. Trump responden a tensiones globales generadas por la nueva repartición del mundo. Un grave error de cálculo cometieron “los políticos de la democracia” por pensar que los intereses panameños estaban debidamente protegidos en los Tratados canaleros. ¡Las vueltas que da la vida! El gobierno panameño tiene que demandar el respeto de los Tratados que negoció Torrijos.
Abogado