A la conquista del cerro de La Cruz

Cerca de dos horas toma recorrer cada uno de los cinco senderos que hay
  • domingo 24 de junio de 2018 - 12:00 AM

AVENTURA

Al cabo de una hora de camino, entre árboles, lodo e insectos creí que no llegaría. Sed, sí, mucha sed, caminé y continué sin parar, aunque muy cansada estaba decidida a llegar a la cumbre, al cerro de La Cruz como se llama. Pensé que era más corto el recorrido, divagaba mientras trataba de seguirle el paso al grupo. Al cabo de un tiempo dejé de creer en las falsas alarmas del guía que nos repetía a cada instante ‘ya casi llegamos'.

Subía y otras veces bajaba, ahí me encontraba yo, alrededor de árboles milenarios y helechos que danzaban al soplido del viento, mientras que, las distintas especies de aves y monos con sus ruidos particulares, nos hacían comprender que para ellos éramos extraños en su mundo perfecto e incorruptible.

En nuestro andar nos topamos con familias enteras y algunos jóvenes amigos que bajaban de su encuentro con las alturas, mi pregunta siempre era la misma ‘¿falta mucho... cierto?', a lo que ellos respondían con un ‘sí, pero vale la pena', sencillas palabras que me motivaban a continuar.

‘Creo que subir cerros se trata de constancia y esfuerzo, definitivamente la vista vale la pena, hay tramos más difícil que otro, solo hay que ir con mucho cuidado y venir acompañado, hidratarse mucho', señaló una citadina jadeando de cansancio, igual que yo.

La aventura por los senderos comienza en la entrada de la finca ¡No estoy!, tras pasar el centro de visitantes del Ministerio de Ambiente y el Mirador de Chipre. El sendero de La Cruz es el primero de los cinco que están dentro del Parque Nacional Altos de Campana.

Seguido al de La Cruz, está el sendero Panamá con un tiempo estimado de 45 minutos, este tiene un guía turístico que te habla sobre la biodiversidad de especies únicas que reposan aquí.

Transcurrido este, encontrará el sendero de la Rana Dorada, el de Zamora y Podocarpus, cada uno de ellos toma alrededor de una hora recorrerlo. En el caso del último, tiene una extensión de 500 metros y es particular, pues en él hallará el árbol Podocarpus, única conífera nativa que hay en Panamá.