Tristemente Panamá tiene un largo historial de plagios en trabajos universitarios, en concursos de todo tipo y de logos por mencionar algunos.
Hace poco saltó el escándalo: un jovencito ganó un concurso de logos y otra persona señaló que se parecía demasiado a un diseño previo que había hecho para un ministerio. Como suele suceder en nuestro país se atacó al denunciante sin investigar el caso de forma científica, ninguna autoridad tomó en serio la denuncia, al querellante le denunciaron las redes sociales y lo desaparecieron.
Sorprendentemente quien fue despojado del premio en el concurso del logo del Metro de Panamá en el 2009 fue jurado en este. Normal aquí.
Lo mismo pasó en el 2018 al descubrirse plagios seriales en un concurso de literatura. El escandalo fue internacional sin consecuencias legales ni sociales, tanto así que aquella persona sigue apareciendo en sitios web oficiales como premiada siendo y alabada por el público. Normal aquí.
En Panamá se han plagiado slogans de campañas políticas, campañas publicitarias para grandes expresas, medallas de reconocimiento y un gran etcétera.
En nuestro país la sociedad suele apoyar a quienes actúan de forma ilegal y quien trate de hablar sobre el tema es atacado y difamado.
Esta semana una línea área lanzó el concurso del diseño del avión futbolístico... no tengo muchas expectativas con el diseño ganador ya que la pereza creativa además del plagio ahora usa IA y ChapGTP. La vergüenza podría ser internacional como en el 2018.
Cruzaré los dedos para que eso no pase.