Cobertura boscosa de Panamá entre luces y sombras 

En contraste, esta investigación de siete años que implicó trabajo de campo, así como el uso fotografías aéreas
  • miércoles 10 de marzo de 2021 - 12:00 AM

Un comunicado del Ministerio de Ambiente adelantó días atrás algunos hallazgos del Diagnóstico de la Cobertura de Bosque y Otras Tierras Boscosas de la República de Panamá, realizado entre los años 2012 y 2019 y que próximamente será presentado.

El estudio, realizado por la Dirección de Información Ambiental de MiAmbiente revela que Veraguas es la provincia que mayor cobertura vegetal ha perdido en los últimos siete años con unas -48,758.12 hectáreas, a esta le sigue Panamá con -30,735.32 has y Darién -15,580.57 has.

En contraste, esta investigación de siete años que implicó trabajo de campo, así como el uso fotografías aéreas, mapas y hasta equipos de georreferenciación y drones, destaca que las regiones del país con más cobertura ganada son la provincia de Colón con +23,696.08 has y Comarca Guna Yala con +10,702.50 has.

Según el Director Nacional de Forestal de MiAmbiente, Víctor Cadavid, el aumento indiscriminado de la frontera agrícola y ganadera y los asentamientos informales, son las principales causas de la pérdida forestal, por lo que las autoridades, a través del Plan Nacional de Restauración Forestal, pondrá en marcha un plan agresivo contra la tala ilegal, con monitoreo satelital e inspecciones conjuntas con el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), Policía Ecología y fortaleciendo la legislación vigente.

En cuanto al aumento de cobertura boscosa, Cadavid explica que Colón y la comarca Guna Yala han tenido pérdidas históricas, por lo que se cree que las personas han generado conciencia referente al uso de sistemas sostenibles y de reforestación logrando revertirse en cifras positivas.

Aunado a ello, la provincia de Colón -que forma parte de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá- cuenta con un activo adicional que cataliza aún más la recuperación de la cobertura boscosa, que es el programa de compensación ambiental que tiene que cumplir la mina de cobre, ubicada en las montañas de Donoso.

La minería moderna, responsable y sostenible implica que el área utilizada en la actividad debe rehabilitarse después de su uso, pero adicional a ello, en su estudio de impacto ambiental le corresponde a la mina de cobre reforestar 10,475 hectáreas en un periodo de unos 25 años, convirtiéndose así en el reforestador privado más grande de Panamá. Interesante ¿no?

En las redes sociales de @CobrePanamá, dicen que, hasta la fecha, ya se han reforestado más tres mil hectáreas exclusivamente con especies nativas, no sólo en el área de incidencia del proyecto (provincia de Colón), sino también en otras regiones del país como: Darién, Chiriquí, Coclé, Azuero y Veraguas.

Pero lo que más me llamó la atención, revisando la información disponible en la web y las redes sociales, es que solamente en la provincia de Colón la mina ha pagado a los pequeños productores de comunidades como San José del General (Coclesito), San Juan de Turbe y Nuevo San José, más de $750 mil por reforestar sus fincas con especies nativas maderables y frutales, en combinación con rubros con valor comercial como el café. Con incentivos como este, comprendo cómo Colón está recuperando su cobertura boscosa.

Y es que, si queremos detener la deforestación resulta imperativo impulsar el uso sostenible de los recursos naturales, dotando a las comunidades tanto de incentivos económicos, así como los conocimientos necesarios que les permitan su desarrollo integral.

Especial para El Siglo

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