
- domingo 16 de marzo de 2025 - 12:00 AM
El esgrimir frases alentadoras para la juventud, así como el énfasis en la fuerza y la templanza, fue la obra dejada por José Enrique Rodó, cuya influencia inspiró al joven nacionalista Carlos Arellano Lennox. Su legado y su historia forjaron la identidad de un líder estudiantil rol en la Operación Soberanía marcó un hito en la lucha por la identidad y la patria panameña.
La inteligencia de la Zona del Canal se sorprendió por la meticulosa coordinación del plan. Todos los estudiantes ingresaron a la Zona del Canal vestidos con saco y corbata para despistar a las fuerzas de seguridad. Según la prensa, “dos de los grupos fueron acompañados de fotógrafos.” La estrategia se ejecutó con precisión cuando jóvenes, en diferentes puntos, recorrieron la Avenida Central en automóviles, llevando la bandera panameña.
La sorpresa fue aún mayor cuando otro grupo de estudiantes acudió a la Presidencia, la Cancillería, la Rectoría de la Universidad y la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea de Diputados. En ese contexto, Carlos Arellano Lennox, presidente de la Unión de Estudiantes Universitarios (U.E.U.), se dirigió al país a través de una emisora radial para informar sobre la acción patriótica de la siembra de banderas en la Zona del Canal.
La operación se inició a las 10:15 de la mañana, cuando cuatro estudiantes llegaron al círculo de grama del Edificio de la Administración del Canal. Allí, lograron colocar la bandera panameña en un asta de madera de siete pies y se retiraron rápidamente en un automóvil. Según los diarios, además de las banderas en el Edificio de la Administración, se dejaron otras con forma triangular y las iniciales U.E.U.
Mientras Carlos Arellano Lennox intervenía en la radio explicando el motivo de la Operación Soberanía. Sin embargo, la prensa del día siguiente informó que se instalaron seis banderas en la calle Frangipani y cuatro en el Hotel Tivoli. La sorpresa fue aún mayor cuando la policía de la Zona del Canal descubrió banderas en Corozal, en la vía principal hacia Cocolí y cerca de Rodman.
La noche del 2 de mayo, el presidente de la U.E.U., Carlos Arellano Lennox, explicó: “En España y Japón, la primera neutral en la última guerra y la segunda, enemiga, sus banderas ondean sobre las bases americanas junto a la de los Estados Unidos.” Lennox enfatizó que la Operación Soberanía tenía como propósito demostrar que, aunque Panamá era una nación pequeña, “existe una juventud vigilante dispuesta a afirmar los derechos de la patria cuantas veces sea necesario.” Reiteró también la demanda de los estudiantes de que Panamá recibiera una participación equitativa en los beneficios del Canal de Panamá. (La Estrella de Panamá, 1958 p.1)
Las acciones de la U.E.U. continuaron con una marcha hacia la Presidencia. Según la prensa del 6 de mayo, el presidente Ernesto de la Guardia declaró ante una multitud de estudiantes y ciudadanos que iniciaría gestiones “para lograr que la bandera panameña pueda ondear en el territorio de la Zona del Canal.”
Carlos Arellano Lennox, acompañado de otros estudiantes, expresó en presencia del mandatario: “La juventud panameña no se dará reposo hasta que se haya obtenido el triunfo de la Operación Soberanía... y no permitirá siquiera el inicio de negociaciones para el establecimiento de bases de proyectiles intercontinentales.” (Estrella de Panamá, martes 6 de mayo)
Ante el impacto de la acción patriótica, el Departamento de Estado de Estados Unidos minimizó el suceso, calificándolo como una “travesura primaveral de estudiantes.” Con esta respuesta, buscaban desacreditar el movimiento y desviar la atención internacional de sus efectos en otros países.
La vergüenza de los zonians fue evidente, e intentaron restarle importancia al golpe que habían recibido. Ante esto, Carlos Arellano Lennox expresó: “Creo que nuestra generación cumplió. Desafortunadamente, no pudimos hacerlo todo, aunque me siento satisfecho por los resultados de la Operación Soberanía.” (Hermes Sucre Serrano, “El que sembró banderas cosechó soberanía”, La Prensa, jueves 29 de octubre de 1999, p.10.)