Alteraciones del Dariel De Juan Francisco De Páramo y Cepeda y la epopeya de los gunas

- lunes 23 de septiembre de 2019 - 12:00 AM
Alteraciones del Dariel es un poema épico escrito por Juan Francisco de Páramo y Cepeda a finales del siglo XVII, específicamente en el año 1697 cuando este residía en Panamá. Es un poema de 18 cantos cuya estructura de estilo barroco evidencia años de copiosas lecturas y referencias directas de algunos sucesos históricos que marcan el trasfondo espacio-temporal del poema como es el caso de la situación que siguió a la destrucción de la ciudad de Panamá en 1671 por el pirata Morgan. El hilo argumentativo central de este poema es interesante, ya que trata de la defensa de los indígenas gunas de su territorio por la invasión de los criollos a su territorio para explotar unas minas de oro. De esta manera, es una obra que ya destaca la necesidad de las naciones extranjeras de apropiarse de un territorio estratégicamente valioso como es el Darién.
En la obra, Páramo y Cepeda destaca cómo los gunas hacen un acuerdo con los piratas Juan de la Sonda y Sawkins, así como las incursiones y ataques de corsarios ingleses, franceses y holandeses contra poblados españoles que no es más que el anticipo de las futuras invasiones de otros países imperialistas. Estos hechos históricos ocurren entre los años 1678 a 1680. Cepeda había concluido su poema épico en 1697, año que coincide con su fallecimiento. Hay que destacar que a finales del siglo XVII se quería fundar una colonia escocesa en el Darién (1699), con centro en Acla, llamado Nueva Calidonia, pero ese proyecto había fracasado
La ambientación geográfica de la obra se sitúa en la región del Darién. Desde la Punta San Blas (hoy Guna Yala) hasta el Golfo de Urabá, en la costa caribe, y entre el río Chepo y la Bahía de San Miguel en el Pacífico. Pero también el contenido mítico, los relatos fantásticos y algunas referencias históricas de otras épocas, amplían el espacio y los sitúan en los actuales territorios colombianos del Pacífico, al Perú incaico, en Madrid y la Mancha, de donde procedía Cepeda y a la mítica Atlántida.
Tal como señalamos en el título de este artículo, Las Alteraciones del Dariel podía considerarse como la epopeya de los indígenas gunas, ya que, cuando los españoles llegan al Darién los gunas ocupaban un territorio más extenso. Vivían en Santa María la Antigua del Darién, en la franja oeste de Urabá. El mismo cronista Gonzalo Fernández de Oviedo en sus crónicas hablaba del trato que tuvo con ellos y se había interesado por su lengua y costumbres.
Históricamente, pocos son los pueblos indígenas que han podido resistir y sobrevivir ante la conquista española y mantuvieron intacta sus costumbres y creencias ancestrales como los gunas, quienes sobrevivieron por su movilidad, su táctica de guerra de guerrillas, su organización sociocultural y política compacta. Si bien su actitud guerrera frente al conquistador español se puede comparar con los araucanos, quienes fueron masacrados después de una lucha feroz en el Araucano los cunas no aceptaron el control que querían imponerles los españoles y no admitieron el paso por su territorio. Tampoco acogieron a los religiosos. Su relación con los piratas no fue más que una estrategia para defender mejor su territorio, tal como se aprecia en este fragmento:
Marchan luego los indios convoyados de los franceses y de ingleses juntos, que aunque en nación distintos, coligados van siempre a ejecutar tales asuntos; los indios con los arcos embrazados y los piratas, puestas en sus puntos las escopetas que publican guerra, desamparan la playa por la sierra ‘(Canto 7, Estrofa 15, 237)
A pesar de que hasta 1790 hubo un acuerdo de paz con las autoridades peninsulares que se comprometieron a retirar los fuertes del Darién, los gunas no tuvieron confianza en ese trato. Cepeda, por eso, busca la concordia con ellos al ver la similitud de sus costumbres:
‘Aun hasta en las costumbres parecidos sois a los españoles, prueba cierta, con que esteis del todo persuadidos de la verdad con quien mi voz acierta; desde hoy vivir podréis desvanecidos, que así vuestra dicha lo concierta, pues sois hermanos, deudos y aliados de los que el mundo ocupan esforzados (Canto 8, Estrofas 76 y 77, 288-289)
La rebelión de los gunas contra las autoridades panameñas en 1925, que dio como resultado la declaración de independencia por parte de los gunas, y la creación de la República de Tule son evidencias de que el espíritu combativo y el amor a Abya Yala continúan siendo rasgos inalterables que Cepeda describe desde la óptica de la estética del barroco.