Una vivienda amigable con la demencia

La demencia es un término amplio que agrupa síntomas de enfermedades que afectan el comportamiento, pensamiento y la realización de las actividades de la vida cotidiana.

Una de las más comunes es la enfermedad de Alzheimer, además de la demencia vascular, entre muchas otras. Tiene un impacto significativo en la vida del paciente, la familia y la sociedad en general; por lo que todos estamos llamados a trabajar en la prevención y aportar iniciativas para el cuidado.

En las personas mayores se suele hablar de demencia senil; sin embargo, el término ya no es utilizado. Aunque la edad avanzada es un factor de riesgo, se sabe que la demencia no es parte normal del envejecimiento. Por lo tanto, es fundamental obtener un diagnóstico adecuado que permita evaluar de manera integral los tratamientos a considerar para mantener el bienestar de la persona.

Además de los medicamentos, es esencial implementar modificaciones en el entorno como parte de los tratamientos no farmacológicos.

Entender la importancia de introducir cambios en las rutinas y el espacio familiar es crucial para mantener la seguridad del paciente.

Esto no solo promueve su independencia, sino que reduce el estrés y la carga de trabajo de quienes lo cuidan. En el caso de la vivienda, urge organizar el mobiliario e intervenir en la decoración.

La prioridad debe ser crear un entorno que sea fácil de leer y seguro al deambular, donde predominen los detalles que le dan confort y familiaridad al paciente.

Tener a mano sus recuerdos les ayudaría a mantener su identidad y a reducir la ansiedad, desorientación y confusión. Así mismo, es importante incluir elementos llamativos que fomenten el interés y la conexión emocional con el entorno.

Se deben considerar productos de apoyo que faciliten la movilización, reconociendo que los espacios son susceptibles a la transformación a medida que los pacientes van avanzando en las fases de la demencia. No todo requiere intervenciones costosas.

Un equipo multidisciplinario de salud puede evaluar las prioridades según el estado del paciente y las posibilidades financieras; considerando otros recursos con materia prima de bajo costo.Ser amigos de las personas con demencia y hacerlos sentir integrados, es acompañarlos durante todo el proceso.

Es necesario reconocer que somos parte de su entorno y que debemos adaptarlo para que también sea amigable con las necesidades de nuestro ser querido.

Gerontoarquitecta.