• miércoles 12 de enero de 2011 - 12:00 AM

¡Ni olvido, ni perdón!

A fines de 1963 los gobiernos de los Estados Unidos y Panamá suscribieron un acuerdo mediante el cual se ordenaba la izada de la bandera...

A fines de 1963 los gobiernos de los Estados Unidos y Panamá suscribieron un acuerdo mediante el cual se ordenaba la izada de la bandera panameña en todos los sitios públicos donde ondeara la norteamericana, pero los ‘zonians’ se negaron tozudamente a cumplir con lo acordado al más alto nivel. Así las cosas, el gobernador de la Zona del Canal tuvo que ordenar a las autoridades zoneitas que en ese sentido había que cumplir ese mandato.

Los zonians que constituían el elemento más reaccionario proveniente del Sur de los Estados Unidos se negaron a que Panamá izara su bandera. Ante tal situación, estudiantes del Instituto Nacional se dirigieron el 9 de enero al Colegio Secundario de Balboa e intentaron izar el pabellón nacional siendo agredidos por los estudiantes gringos y sus padres. En la trifulca fue desgarrada nuestra bandera.

La reacción popular no se hizo esperar tras regresar a los institutores con el pabellón desgarrado se corrió la voz por toda la ciudad que los norteamericanos estaban atacando a los institutores. El encuentro entre el pueblo y los zonians se convirtió en una batalla campal. Primero intervino la policía y luego, ante las proporciones que iba tomando el conflicto, intervino el Ejército estadounidense disparando a mansalva contra el pueblo, lamentablemente murieron 22 panameños entre Panamá y Colón y se reportaron 400 heridos.

Durante los años que siguieron a la invasión de 1989, los gobiernos ‘democráticos’ han hecho todo lo posible por restar importancia a esta gesta patriótica. Solo a nivel de las agrupaciones progresistas, como obreros, profesionales, estudiantes se le ha concedido a esa acción la importancia histórica que merece. En los gobiernos de ‘la democracia’ ningún presidente ha tenido la hidalguía, valor y coraje de decretar el 20 de Diciembre día de duelo nacional, posiblemente por cobardía o simplemente miedo al imperio ‘Yanqui’.

Fue el general Omar Torrijos H., quien rescató de la indiferencia y del olvido a esa fecha haciendo suya la lucha generacional para el rescate de la Zona del Canal llevó a cabo esa lucha titánica que tuvo como resultados los tratados Torrijos-Carter en 1977.

Es lamentable que los verdaderos héroes del 9 de enero hayan sido relegados al olvido y los frutos de esa acción sean aprovechados por personas que criticaron y menospreciaron a los patriotas que ofrendaron su sangre para que hoy disfrutemos de un país verdaderamente soberano e independiente.

EL AUTOR ES PERIODISTA Y DOCENTE UNIVERSITARIO.

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