• martes 31 de enero de 2023 - 12:00 AM

El ocaso político

Los grupos que hasta ayer celebraban las virtudes y bondades ‘del que robó, pero hizo', nada podrán hacer para librarle de su trágico destino

En todos esos años, no hemos emitido opiniones sobre el final de los casos que contra el expresidente, deslindan los tribunales de justicia. Poco tiempo tuvo la familia para reunirse toda, cuando se hizo público un categórico pronunciamiento del imperio, declarándoles indeseables a él y a su parentela.

Su sueño de regresar al Palacio de Las Garzas en el 2024, alimentado por el resultado de encuestas, y de cuentos de allegados y asesores, al parecer terminará en pesadilla. Y para colmo, el impedimento jurídico a su reelección que ahora toma calor en los medios, le cierra las posibilidades a cerrar honrosamente ese capítulo de la historia patria, reservado a los nefastos gobiernos de los últimos quinquenios.

En mi vida, jamás he cruzado una palabra con el expresidente y nuestros cuestionamientos a su comportamiento de depredador económico, no los inspira ningún sentimiento personal. Recordemos que la economía nacional se afectó significativamente por la pandemia, pero ya venía tambaleándose a consecuencia de su desbordada pretensión de alcanzar el control económico en el país.

Para ello se valió de la maquinaria estatal, sin imaginar que podía ‘pisar los callos' de grupos locales protegidos por el ‘stablishment' global, suponiendo estar protegido por la inmunidad que llegó a creer que le prodigaba, el portar la banda presidencial.

No creo que el expresidente tenga el temple del difunto NORIEGA, que guardó un silencio sepulcral para la tranquilidad de muchos ‘políticos'. Es lógico el miedo que hoy muchos ‘aliados' pudieran seguir temiendo al expresidente, quien ahora al verse acorralado por autoridades nacionales y extranjeras, ‘tirará al agua a más de uno', con tal de pasar en libertad estos años de su vida.

Los grupos que hasta ayer celebraban las virtudes y bondades ‘del que robó, pero hizo', nada podrán hacer para librarle de su trágico destino. De sus bravuconadas mediáticas, percibo que busca llamar la atención hacia el balcón de San Felipe, esperando que Nito intervenga en su auxilio. Al final de este affaire, la sociedad panameña terminó liberada de un personaje megalómano, y ahora le toca a la sociedad panameña fortalecer la democracia para evitar parecidas reediciones a futuro.

ABOGADO

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