• domingo 19 de octubre de 2025 - 11:12 AM

La Biblioteca Nacional está en peligro

El origen de la Biblioteca Nacional se remonta a la Biblioteca de Colón

La Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero está al borde de cerrar sus puertas. Esta institución, que fue creada hace 83 años (en 1942) es el eje del sistema bibliotecario de Panamá y, desde 1996 funciona bajo el esquema de una fundación, gracias a una iniciativa del gobierno del presidente Ernesto Pérez Balladares, con el fin de reestructurarla y modernizarla.

El origen de la Biblioteca Nacional se remonta a la Biblioteca de Colón, que se estableció en 1892 y estuvo operativa hasta 1941. La Ley Orgánica de Educación de 1941, firmada por el entonces presidente Dr. Arnulfo Arias Madrid, permitió formalizar la creación de la institución.

En sus inicios, contaba con unos 10 mil volúmenes, que incluían colecciones de periódicos y revistas panameños, libros nacionales y obras extranjeras. El presidente Ricardo Adolfo de la Guardia la inauguró, consciente de que en otros países ya existían instituciones bibliotecarias similares. Su primer director fue Ernesto J. Castillero, quien lideró los esfuerzos nacionales para organizar la instrucción bibliográfica. Antes de ocupar su actual sede en el Parque Omar en 1987, la Biblioteca funcionó en distintos inmuebles.

Desde la creación de la fundación, los fondos con los que fue dotada le permitieron colocarse a la vanguardia entre los centros de su tipo. Sin embargo, tras la aprobación de la Ley General de Cultura en 2020, la responsabilidad de esta loable y necesaria institución pasó al Ministerio de Cultura, pero los procedimientos administrativos no quedaron claramente definidos. Esta falta de claridad ha impedido que se reciban los aportes urgentes y necesarios para su normal funcionamiento. Actualmente, el refrendo de una adenda que enmienda ese vacío espera en la Contraloría.

La Biblioteca Nacional es la institución del Estado responsable de fungir como centro depositario, organizador y divulgador de la memoria bibliográfica nacional, en sus distintos formatos. Debe constituir la fuente de información más completa y permanente para el estudio de Panamá y de los panameños. Además, es la encargada de emitir el ISBN (International Standard Book Number), identificador internacional único para las publicaciones monográficas, indispensable para la industria editorial y la producción intelectual del país.

El presidente Mulino afirmó recientemente que la Biblioteca Nacional ha estado en el abandono, lo cual es totalmente desacertado. Urge que se refrende la adenda y que esta loable institución pueda continuar funcionando como lo ha hecho hasta ahora, garantizando el acceso al conocimiento, la preservación de la memoria nacional y el fortalecimiento de nuestra identidad cultural.

Arquitecta