La Asamblea y la anticorrupción

El Procurador y varios diputados de Vamos y Moca han presentado proyectos de ley para enfrentar el flagelo de la corrupción. Los proyectos no avanzan pero sus proponentes tenían la ilusión que, con argumentos sensatos, estos tendrían alguna oportunidad.

Panamá está sometida a una cultura de corrupción, entendiendo esta, como el uso indebido del poder o de la autoridad dada a un funcionario para obtener beneficios personales o para terceros , en contravención de la Ley o los principios éticos y morales.

Esta cultura ha arraigado tanto que infinidad de ciudadanos aspiran a obtener cargos en el engranaje del servicio público con la intención de satisfacer apetitos de enriquecimiento o solventar sus necesidades o egos.

Hay ciudadanos que han diagnosticado que esta conducta es contraria al los objetivos del Estado (búsqueda del bien común) y declaran que combatirán esta conducta. Pero llegados a posiciones de poder político, sobre todo, dan un giro de 180 grados, convirtiéndose en aliados de la corrupción.

Otros creen que pueden convencer a los que han dado pasos hacia estas prácticas de corrupción.

Hoy, en la Asamblea hay un grupo de no más de 20 diputados que creyeron que podían lograr cambios para combatir la corrupción.

Llevan 15 meses en ese afán y se han dado cuenta que hasta han perdido aliados. Se ilusionaron con haber integrado una supuesta nueva mayoría, que le disputó la Junta Directiva a grupos altamente corruptos, logrando el ilusorio éxito.

Integraron esa alianza con politiqueros viejos que ya han empezado a sacar la uñas y no hacen el menor esfuerzo por atacar la corrupción interna, representada en el Reglamento Interno de la Asamblea, que permite una serie de prebendas, rayadas en corrupción, para los diputados.

Sin necesitar mucho para hacer varias correcciones, la actual Junta Directiva, con sus facultades administrativas, pudo ya haber, si no eliminado, por lo menos haber reducido, una cantidad apreciable de botellas y no lo ha hecho. Es más, se han sumado a una cantidad de los que llevaban la intención declarada de combatir la corrupción.

Solo con tener, estos declarados anticorrupción, suplentes emplanillados en la Asamblea, violando fallo de la Corte Suprema que lo prohíbe, vemos que se enreda la lucha anticorrupción.