- miércoles 05 de octubre de 2016 - 12:00 AM
La ignorancia es atrevida
Me disculparan los especialistas en análisis sobre violencia y criminalidad, pero en mi modo de ver las cosas y como un ciudadano más del montón; nos tienen metido en un debate sobre si la violencia disminuye, en la medida en que bajan las estadísticas de asesinatos en el país o no.
Siendo que me declaro ignorante en la materia, me atrevo a decir que un asesinato es el resultado final de situaciones que se dan entre personas por razón de un hecho determinado que se puede cometer en el acto por un ataque de locura o que venga por hechos acumulados.
Lo que no quiere decir que un asesinato no sea un acto de violencia, sin embargo el ciudadano común se queja de todo acto de violencia que se dé el en el hogar, en nuestras calles y avenidas, el robo descaro en sitios públicos, desde el carterista que se dedica a ello en la esquina del barrio; hasta el organizado en bandas que van a un sitio público gasolinera, restaurante, almacén, a la tienda del chinito con cuchillo y pistola en mano y asalta a los dueños y a los comensales o clientes.
No se puede decir que las cifras de asesinatos no han bajado, pero también hay que decir que la inseguridad en las calles y avenidas del país no baja en las mismas proporciones y a eso tenemos que prestar atención.
Tenemos que trabajar duro en el hogar, en los colegios para cultivar ciudadanos no violentos, en la Asamblea a procurar legislaciones que garanticen que quien la haga la pague, los jueces y magistrados a los que les toca, la policía a custodiar, proteger y no dar cuartel a la maleanteria, el Ejecutivo a dotar los centros de reclusión y convertirlos en verdaderos centros de resocialización de tal manera que quien comete un delito no termine recluido en una horrible mazmorra.
Ex secretaria general de la CGTP