• domingo 30 de junio de 2024 - 9:00 AM

Hay que tener fe

Es aceptar que no controlamos todos los aspectos de nuestra vida

La pandemia me dio la oportunidad de conocer gente valiosa. Destaca la doctora Ájoortt Lezcano Pomares. Es una dama polifacética. Así como está en el consultorio atendiendo a pacientes podemos verla en una audiencia defendiendo a un cliente. Será común ver en las librerías obras surgidas de su inspiración e investigación. También tiene estudios de fontanería. En pocas palabras es una mujer multifacética. Hoy nos regala un escrito donde nos habla sobre el valor de la fe.

“Tener fe día a día es haber ganado antes de empezar.

En la vorágine de la vida moderna, la fe emerge como un ancla poderosa que nos sostiene y nos impulsa hacia adelante. Tener fe día a día no es solo una declaración de esperanza, sino un acto consciente de confiar en lo que no vemos y en lo que aún no ha sucedido.

Este tipo de fe, profundamente arraigada, nos permite enfrentar los desafíos con una mentalidad de victoria antes incluso de haber dado el primer paso.

La naturaleza de la fe: La fe es una fuerza interior que trasciende la lógica y la razón. Es la creencia en lo posible, aun cuando las circunstancias sugieren lo contrario.

Esta convicción no se basa en pruebas tangibles, sino en una certeza interna de que, sin importar las dificultades, hay un propósito mayor y un desenlace positivo.

Tener fe es aceptar que no controlamos todos los aspectos de nuestra vida, pero confiamos en que hay un camino y una solución para cada problema.

La fe como fuente de fuerza:Vivir con fe diaria transforma nuestra perspectiva. Nos permite ver los obstáculos no como barreras infranqueables, sino como oportunidades para crecer y aprender.

Cuando creemos firmemente en nuestras capacidades y en el curso positivo de los eventos, encontramos una fuente inagotable de motivación y resiliencia.

Esta fortaleza interior es la que nos da la sensación de haber ganado antes de empezar, porque nos preparamos mental y emocionalmente para el éxito, sin importar cuán arduo sea el camino.

Fe y acción:La fe no es una excusa para la inacción. Por el contrario, es el combustible que enciende nuestro espíritu y nos impulsa a actuar con determinación.

Al tener fe, nos comprometemos a dar lo mejor de nosotros, confiando en que nuestros esfuerzos serán recompensados.

Es un llamado a la acción constante y decidida, sabiendo que cada paso nos acerca a nuestros objetivos.

El impacto de la fe en la vida diaria:Incorporar la fe en nuestra vida cotidiana tiene un impacto profundo en nuestro bienestar emocional y mental.

Nos libera del peso del miedo y la duda, permitiéndonos vivir con una sensación de paz y confianza. Esta actitud positiva se refleja en nuestras relaciones, en nuestro trabajo y en nuestra capacidad para afrontar adversidades.

Cuando vivimos con fe, irradiamos una energía que inspira y motiva a otros, creando un círculo virtuoso de optimismo y esperanza.

Conclusión:Tener fe día a día es más que una simple declaración; es una filosofía de vida que nos predispone al éxito y la felicidad.

Es la confianza en que, a pesar de los desafíos, hay un propósito y una solución para cada situación.

Al cultivar esta fe, nos permitimos vivir con una actitud de victoria, sabiendo que, sin importar lo que venga, estamos preparados para superar y salir fortalecidos.

En última instancia, la fe es la certeza de que cada día es una oportunidad para ganar, simplemente porque hemos decidido creer en lo mejor.”

Gracias doctora Lezcano por esas palabras inspiradoras. Vienen momentos duros para la nación y solo nos queda tener fe en que Panamá volverá a ser el país que anhelamos donde reine la justicia, la democracia y la libertad.

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