El país estrena Presidente. Sin alarmismo alguno, afirmamos que nos la tiene fácil, pues tendrá que enfrentar las exigencias ciudadanas por la atención a los muchos problemas sociales heredados, y a los que saldrá a relucir con el paso de los meses. Su gestión contará inicialmente con la simpatía de sus electores, y de seguro que a sus filas se le sumarán también muchos de sus opositores.
Por eso, desde el día 01, deberá sacar a relucir ese recio temperamento que el Presidente le ha proyectado al país en los medios de comunicación. No se había puesto la faja presidencial, y la sola mención de los integrantes de su Gabinete, las preocupaciones de muchos sectores saltaron sobre la mesa. Es que aunque se trate de post-electoral recurrente post- electoral, los simpatizantes del candidato ganador, siempre se sentirán con el derecho a demandar una merecida retribución por su colaboración.
Por lo pronto, el Presidente Mulino tiene a su favor, que los partidos a los que derrotó en las urnas, están tan “vapuleados”, que pasarán largo en reparación en el “dique seco”. Sin embargo, por eso de la “armónica colaboración entre los poderes públicos”, su forzada interrelación con los partidos políticos en la Asamblea Nacional, será celosamente seguida de cerca por la “bancada legislativa independiente”, de la que los ciudadanos esperan actuaciones confrontadas anti- corrupción.
Para las élites económicas, con todo y la declaratoria de inconstitucionalidad fallada por la Corte, el tema minero no está del todo clausurado. Deberemos esperar cómo, cuándo y quiénes reactivan el debate, y de seguro que en pocos días se desatará la repulsa ciudadana, con nuevas narrativas y nuevos protagonistas, activados con los ojos puestos en el 2029.
Para que el “chen chen” prometido luya al bolsillo de todos los panameños, el Presidente Mulino deberá unir al país en la explotación de la actividad transístmica. Pero, la controversia “justicia vs corrupción” presente en el “affaire diplomático RMB”, crearía tantas simpatía y/o antipatías, lo que terminaría dividiendo seriamente a la sociedad panameña.
