“Día de los difuntos”, entre el dolor, los recuerdos y las restricciones

Cada 2 de noviembre, nos hemos acostumbrado a ver los cementerios del país abarrotados de personas quienes hacen un alto en sus actividades diarias para visitar los restos mortales de sus seres queridos. Este año, a causa de las restricciones por la pandemia el panorama es diferente.

Sin lugar a dudas, el 2020 quedará plasmado en la historia, como el año en que el mundo cambió, inclusive la manera en que tradicionalmente despedíamos a los difuntos.

Hasta la fecha más de 2 mil 700 personas han fallecido a causa de la Covid-19 en Panamá.

El dolor embarga a tantas familias que nunca imaginaron que esta enfermedad les arrebataría a sus familiares, al punto de ni siquiera permitirles verlos por última vez antes de su sepultura.

Viví muy de cerca la partida de dos conocidos, fallecieron el mismo día con algunas horas de diferencia. Cuán gran dolor para sus hijos perder ambos padres el mismo día! Adicionalmente, no poder salir porque estaban en cuarentena; solo de recordarlo se me achurra el corazón.  No hay palabras que puedan consolar tan gran sufrimiento.

Hoy, más que nunca el dolor recrudece, los recuerdos afloran y un amargo sentimiento  invade la vida de quienes perdieron un familiar a causa de la Covid-19. Esta pandemia nos ha arrebatado amigos, familiares, vecinos, colegas, y detrás de cada uno, está la triste historia de una familia para quienes este Día de los Difuntos, la impotencia surge con cada lagrima.

Por otro lado, están quienes encuentran en la venta de flores, refrescos y otros productos en la entrada de los cementerios una manera de generar ingresos para sobrevivir en medio de la crisis, no obstante este año las ventas no han sido tan buenas como en otros años.

Definitivamente, este sombrío panorama nos lleva a reflexionar, sobre el valor que debemos darle a nuestros seres queridos en vida, porque una vez parten de este mundo no habrá tiempo para arrepentimientos y solo quedará el dolor y los recuerdos. También es una exhortación a seguir las medidas de bioseguridad que dictan las autoridades sanitarias sobre todo para salvaguardar la salud de nuestros adultos mayores y familiares con enfermedades crónicas.